España.es enfrenta al Gobierno y al sector tecnológico
Ciencia y Tecnología afirma que sólo es una declaración de intenciones, mientras empresas e internautas anuncian su fracaso
La historia se repite. El nuevo plan España.es, diseñado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología para impulsar la sociedad de la información, apenas ha nacido y ya ha recibido un aluvión de críticas. El programa pasará a la historia por poner de acuerdo a fabricantes, internautas, profesores de informática, representantes de pymes, políticos y un largo etcétera. Sus portavoces enumeran un rosario de olvidos de los que ya pecaba su antecesor, Info XXI.
España.es no ha sido acompañado de una memoria económica; está descontextualizado porque carece de una evaluación previa de los problemas que pretende atajar; no adjunta indicadores que permitan definir objetivos, plazos y presupuestos, para que no sea una simple declaración de intenciones difíciles de medir, y además 'ha sido realizado a espaldas de comunidades autónomas, ayuntamientos, colectivos sociales y empresas', recuerda Luis Millán Vázquez, consejero extremeño de Ciencia Y Tecnología.
Sólo un dato: en Cataluña, el proceso de reflexión para definir nuevas estrategias, que ha tenido lugar este año, ha contado con el empuje de la Generalitat y más de 200 representantes de la sociedad, empresas e instituciones. Por contra, España.es nace de las ideas de un grupo de trabajo, presidido por Juan Soto, que sólo reunía a 10 personas.
'La propuesta del ministerio pierde legitimidad por apoyarse en una comisión en la que se han sentado personas ajenas al sector. ¿Qué pintan Lluís Bassat o John de Zulueta opinando sobre la sociedad de la información? Sé la respuesta: la mitad son amigos de Piqué y la otra mitad catalanes', afirma Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas (AI). Otro portavoz del sector se queja de que 'en la Comisión Soto no había representantes de los problemas, sólo estaban allí quienes vendían soluciones; todos los que serían beneficiarios directos de asumir la apuesta por España.es'.
Contundente se muestra Jesús Banegas, presidente de la patronal Aniel: 'Poca inversión 1.029 millones de euros para tan acusada crisis como la que vivimos'. La frase cobra valor por proceder de un histórico del sector que ha sido vicepresidente del grupo de trabajo de Juan Soto.
Eduardo Barrera, secretario general de la Asociación Española de Comercio Electrónico, Commernet, centra sus críticas en la línea de actuación enfocada a pymes. 'La propuesta que hacen suena dogmática. Se les pide a las pymes que se apunten al carro de las tecnologías como un acto de fe. España.es no baja a la tierra y no ha ajustado las propuestas a los problemas concretos de cada región, sector o tamaño de empresa'. Barrera añade que la partida presupuestaria para pymes es escasa. 'Sólo destinan el 10% del total a éstas. El ministerio incurre en una contradicción enorme. Si las pymes forman el 99% del tejido empresarial español, deberían contar con una asignación superior. De lo contrario, nadie creerá que es algo prioritario'.
Otro colectivo que ha levantado la voz de alarma es la Plataforma Nacional de Asociaciones de Profesores de Informática (PNAPI). 'España.es dice hacer hincapié en la educación, pero fracasará igual que lo hizo Info XXI. Es un despropósito no exigir que el profesorado que imparte enseñanzas de informática acredite sus conocimientos por medio de una oposición', afirma Ramón Román, responsable de la asociación en Andalucía. Según este profesor, la ausencia de especialistas en informática en las escuelas hará que no sirva de nada equipar a los alumnos con ordenadores. '¿Cómo se resolverán, por ejemplo, los problemas de mantenimiento?', se pregunta.
En cuanto a las tecnologías de acceso a Internet, un anexo al plan que contemplaba el desarrollo de la banda ancha ha sido aparcado, 'al menos hasta septiembre', asegura Víctor Domingo, presidente de la AI.
æpermil;stas no son más que las primeras reacciones. La polémica será alimentada por el rechazo de la oposición parlamentaria al recién nacido España.es y por una controvertida participación de la iniciativa privada. Y es que el ministerio tratará de convencer a un determinado número de empresas para que aporten hasta 113 millones de euros (el 11% del presupuesto). Ninguna de las compañías consultadas por Cinco Días ha recibido la llamada de Ciencia y Tecnología para pedir su colaboración. Tampoco las patronales Sedisi y Aniel. El director general de Telecomunicaciones, Bernardo Pérez de León, indica que aprovecharán hasta finales de año 'para hablar con todos los implicados, incluidas las empresas, porque son las que atienden la demanda que tratamos de incentivar', defiende.
'En contra de lo que decía la Comisión Soto, falta liderazgo al máximo nivel. Nuestro valedor es el ministerio, pero ha sufrido demasiados cambios: Birulés, Piqué y lo que venga', se queja Josep María Vilà, presidente de Sedisi. Al igual que su homólogo en Aniel, Jesús Banegas, opina que es necesario que todo el Gobierno reme en la misma dirección. 'Y no está claro que exista esa voluntad', apunta Vilà.
Bernardo Pérez de león, director general de telecomunicaciones: 'España.es tiene carencias, pero es mejor que no hacer nada'
'El plan es ambicioso, aunque los medios son limitados. También es posible que el plan tenga carencias, pero es mejor que no hacer nada', dice sobre España.es Bernardo Pérez de León, director general de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información. Este alto cargo del ministerio ve en esta actuación un revulsivo para la demanda de acceso a Internet.Pero también reconoce ciertas carencias: 'España.es entra en funcionamiento en 2004 y por lo tanto tenemos tiempo para contactar con Administraciones autonómicas y empresas'. De este modo, Pérez de León esquiva las críticas del sector hacia la actuación del Gobierno sin contar con fabricantes, usuarios y comunidades autónomas.En cuanto al desglose de las inversiones previstas por sus creadores, la mayoría sin especificar en el documento, el responsable de Telecomunicaciones avanza que se conocerá antes de que finalice el año. 'Lo que hemos presentado es una declaración de intenciones; se están elaborando los Presupuestos del Estado para 2004 y de ahí obtendremos la aportación que nos corresponde para España.es; hemos iniciado los contactos con las comunidades y Administraciones locales, que deben perfilar sus aportaciones, y alrededor de un 11% del presupuesto dependerá de manos privadas, pero es una aportación estimativa'.
Enrique Martínez, secretario de innovación del PSOE: 'De nuevo tenemos un programa que es pura filosofía'
'España.es es pura filosofía, como el ya famoso Info XXI', critica Enrique Martínez Marín, secretario de innovación y comunicación interna del PSOE. El partido de la oposición se queja de que el Gobierno sigue sin hacer un diagnóstico de la grave situación que vive España en su adaptación a las nuevas tecnologías y sigue sin explicar a la gente cuál es el drama que implica nuestro retraso. 'Sin esta tarea es difícil que este déficit se asuma como un problema de todos. El Info XXI no consiguió movilizar a la sociedad española; tampoco creemos que lo logre el España.es', subraya. Marín está convencido de que el Gobierno debería implicar en este tema a todo el mundo y 'resolverlo como los japoneses hicieron con la calidad'.Sin embargo, advierte el representante socialista, 'una vez más lo han hecho a espaldas de todos. Sin hablar con los partidos de la oposición ni las organizaciones sociales. Me consta que no han contactado con las comunidades autónomas ni con los ayuntamientos, al menos los gobernados por los socialistas'.Martínez Marín resalta otra carencia que considera grave en España.es: no aborda el déficit tecnológico español. 'España consume mucha tecnología, pero produce muy poca. Tenemos que lograr producirla, pero el nuevo plan no contempla iniciativas para suavizar el gravísimo déficit tecnológico que padece el país'.
Miguel Pérez Subías, presidente de AUI: 'Un trabajo mucho más impresentable que el Info XXI'
La Asociación de Usuarios de Internet (AUI) lamenta que España.es 'haya dejado fuera de juego a las comunidades autónomas, a las personas que no están conectadas a Internet y, en general, a todo el sector'. El presidente del colectivo de usuarios, Miguel Pérez Subías, también habla de escaso presupuesto o de la falta de una cabeza visible que coordine y aplique el programa. 'Esto son lentejas y están cocinadas por aquellos que guisaron el fracasado Info XXI, así que el riesgo de indigestión es preocupante', sostiene.Para este colectivo, la Administración electrónica y los contenidos gozan de prioridad, independientemente de que haya usuarios o no. Por ello, 'deberían existir acciones encaminadas a concienciar al ciudadano de los beneficios de Internet y a abaratar los equipos informáticos, dos de las barreras más importantes para la AUI contra el desarrollo de Internet en España'.Desde la creación de la Comisión Soto, puesta en marcha por el ministro Piqué, la AUI no ha recibido notificación alguna: 'Se ha marginado a los agentes implicados en el desarrollo de la sociedad de la información para mostrar al final un trabajo mucho más impresentable que el propio Info XXI', critica el presidente de la asociación. En cuanto a la aportación privada, duda que 'las empresas se vean convencidas por estos fuegos de artificio tal y como está el sector', sentencia.
Josep María vilà, presidente de Sedisi: 'Sin la memoria económica del plan es difícil evaluar su eficacia'
España.es es un plan en la buena vía, pero escasamente ambicioso. Así define Sedisi, patronal del sector, la nueva apuesta del Gobierno español para impulsar la sociedad de la información. 'España necesita dar un salto adelante con un programa seguro, ambicioso y presupuestado', dice Josep María Vilà. El problema está, añade, en que España.es no establece un sistema de medida de la situación actual de España en relación con otros países europeos y no define los indicadores de referencia para realizar dicha medida. 'Sin este sistema, cualquier plan se convierte en un mero listado de acciones y es imposible analizar su éxito o fracaso'.Vilà apunta igualmente que 'la no publicación de la memoria económica hace imposible una evaluación de su eficacia'. Y señala otra carencia que, en su opinión, puede impedir la consecución de una rápida convergencia de España con el nivel de desarrollo de la sociedad de la información en los países líderes de la UE y la OCDE: la ausencia de una actuación específica para incentivar el uso de la banda ancha en España, 'sin lo que no se podrá avanzar a la velocidad necesaria'.Vilà, que califica de 'pequeños' los presupuestos destinadas a pymes y a comunicación, en función de los fines que se pretenden, asegura que para llevar adelante esta iniciativa 'hace falta un liderazgo continuado que no existe'.