Sencillez en Siebel
Isabel Tocino no echa de menos los oropeles ni los sobrios despachos que ocupó cuando era ministra de Medio Ambiente y durante su etapa política. Ahora dispone de un espacio luminoso y funcional. Además, ha ganado en calidad de vida
Se siente joven. A Isabel Tocino haber dejado la política parece haberle sentado bien. La ex ministra de Medio Ambiente, ahora presidenta para España y Portugal de la empresa de nuevas tecnologías Siebel Systems, proveedores de soportes informáticos, asegura que el cambio la ha fortalecido. 'Me siento con mucha energía. Se dice que, cuando eres mayor, los cambios te cuestan, pero no ha sido en mi caso', dice Tocino, de 54 años. A lo largo de su carrera profesional, explica que siempre ha trabajado en espacios más bien clásicos y con luminosidad más bien escasa. 'Me encanta la luz, la necesito, me anima, me hacer sentirme muy positiva. Me gusta que la calle y la vida entren en el despacho'.
Comenzó dando clases de Derecho Civil en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Recuerda esta etapa, en la que permaneció durante 14 años, como 'muy agradable', pero con un inconveniente: las aulas en las que impartía sus conocimientos eran tristes y un tanto oscuras, no como el despacho que ocupa en estos momentos, que si algo derrocha es claridad. Después, perteneció a la Junta de la Energía Nuclear, donde ocupó un espacio repleto de muebles y archivos, pero sin el minimalismo de ahora. En el Congreso de los Diputados habitó un despacho, para su gusto, muy clásico, 'de los que imponen respeto reverencial', nada que ver con la sencillez del mobiliario con el que trabaja en la actualidad.
En el Ministerio de Medio Ambiente disfrutó de un 'superdespacho', en el que recibía a las visitas, y de otro más pequeño, en el que trabajaba y en el que disponía de tres ventanales y de muebles lacados en blanco. 'Era un despacho que se ajustaba más a mi manera de ser. Me gustan las cosas sencillas y sin aparatosidad', explica. En Siebel Systems disfruta, además, de otra gran ventaja: las oficinas, situadas próximas a la prestigiosa urbanización madrileña de La Moraleja, le permiten muchas veces ir caminando a casa. 'Esto es calidad de vida y algún día, cuando no tengo comida de trabajo, voy a comer a casa. Lo que siempre respeto es la cena con mi familia', asegura Tocino.
Si algo ha acompañado a esta mujer a lo largo de su trayectoria profesional, ha sido una pluma. 'Siempre tengo papeles entre manos y siempre estoy tomando notas. Es una manía, necesito apuntarlo todo'. Asegura que no le ha costado habituarse al estilo de trabajo dentro de una multinacional estadounidense, tan diferente de la política. 'En esta compañía, el sentido de la democracia es tan acusado que todos nos sentimos iguales'. Ese mismo rasero sirve hasta para elegir el mobiliario. 'Es funcional, práctico, con diseño, cómodo y para todos el mismo'. Otra seña de identidad de la empresa es que no permite colgar cuadros de las paredes, si acaso algún póster o fotografía de algún cliente. Con ella se hizo una excepción: le permitieron colgar el acta de diputada, a la que renunció voluntariamente para asumir la presidencia de Siebel Systems.
También, dice, ha vuelto a recuperar su capacidad ejecutiva, que ya puso en práctica cuando estaba al frente de la cartera de Medio Ambiente. 'Ahora es cuando he vuelto a tomar decisiones y lo hago como yo soy, de manera natural, con transparencia y sencillez', señala, a la vez que reconoce algunas diferencias entre la manera de gestionar de las mujeres y de los hombres. 'Nosotras tenemos la capacidad de rectificar. No pasa nada si te equivocas, eso te lleva a ser más eficaz'. Ahora vive volcada en el cumplimiento de objetivos y en función de ellos distribuye su tiempo de trabajo. 'Es un sistema que te permite ser mucho más flexible, sabes que tienes que cumplir con tu trabajo, al margen de los horarios'.
No le gusta la soledad
Isabel Tocino tiene siempre la puerta abierta de su despacho porque prefiere estar acompañada. 'Sólo me gusta estar sola cuando lo busco. Prefiero la compañía'. Y en su despacho la acompañan las fotografía de sus hijos. Se emociona cuando mira un retrato en el que aparece toda la familia, incluida una de sus hijas que murió cuando era pequeña. También guarda como recuerdo una fotografía de su familia con los Reyes de España y otras en las que aparece ella con Aznar, con el presidente de Siebel Systems y con el consejo de administración. Asimismo guarda una Virgen del Pilar que le regalaron cuando era diputada por Toledo.