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Miguel de la Quadra-Salcedo

'En las empresas hay que crear ilusión'

Su nombre siempre va ligado a la aventura. Miguel de la Quadra-Salcedo acompaña, entusiasmado, estos días por el sur de España a los 320 jóvenes de 48 países que participan este año en el programa Ruta Quetzal-BBVA

Vive con gran intensidad todos los momentos de su vida. Momentos antes de realizar esta entrevista está pendiente de las noticias que le llegan desde la cota más alta de la Península, el Mulhacén, donde está coronando la hazaña de subir los 3.483 metros, en compañía de 320 jóvenes de 48 países que participan en el programa de la Ruta Quetzal y la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo. El nombre de Miguel de la Quadra-Salcedo es sinónimo de viaje o exploración. Pamplonés, periodista e ingeniero agrónomo, este aventurero impenitente ha recorrido medio mundo viajando. Ha sido olímpico en Roma y Melbourne en lanzamiento de disco. Fue corresponsal de Televisión Española en Iberoamérica y ha dirigido algunas series geográficas e históricas para Televisión. Ha trabajado como etnobotánico en la selva del Amazonas para el Museo de Antropología de Bogotá. En 1985 puso en marcha Aventura 92, que hoy lleva el nombre de Ruta Quetzal-BBVA. El programa, que ha becado ya a más de 7.000 jóvenes, ha sido declarado de interés universal por la Unesco, ya que pretende hermanar a los jóvenes de Iberoamérica y Europa, incorporando a sus vidas la experiencia de conocer tierras y pueblos, y descubrir la comunidad iberoamericana. Viaja siempre acompañado de su esposa y, cuando puede, le gusta vivir aventuras y compartir experiencias en compañía de sus tres hijos. Lee y relee a Hemingway y le gusta escuchar a Bach.

Pregunta. ¿Es difícil poner de acuerdo a 320 chavales de culturas distintas durante los itinerarios que siguen en la Ruta Quetzal?

Respuesta. Es fácil siempre que se tenga un objetivo común. Es necesario que todos vivamos la misma ilusión y eso también se puede aplicar al mundo de la empresa, aunque creo que es mucho más difícil de conseguir cuando se trata de personas y profesionales que se contratan de una manera fría dentro de las empresas. En cualquier caso, es bueno tener una motivación espiritual. Y lo que debemos hacer para el futuro es tener profesionales con una buena base en formar, como estamos haciendo, a jóvenes en el intento de recuperar la cultura mestiza. Hay que unir las culturas, eso es fundamental a la hora de plantear el trabajo en estos momentos. Y eso no se puede hacer si no hay motivación para hacer las cosas.

P. Eso es lo que pretenden muchas empresas hoy día.

R. Pero no hay que buscar el oro, tenemos que descubrirnos los uno a los otros. Eso es prioritario. Por eso en el programa de la Ruta Quetzal buscamos a jóvenes justo antes de que entren en la Universidad, porque así están más libres de presiones. Lo que sucede en las empresas es que algunas multinacionales intentan parecerse cada vez más a las sectas.

P. ¿En qué sentido?

R. Exigen a sus profesionales una dedicación en exclusiva por encima de sus familias. Hay que compaginar la espiritualidad e ilusión. En las empresas es necesario crear ilusión. Y yo recomiendo que nadie haga nada de lo que luego se sienta defraudado. A mí me gusta el modelo de empresa que se acerca a la cooperativa, como el caso de Mondragón Corporación Cooperativa, que van un poco en esa línea de trabajo que tiene un trasfondo espiritual. No se puede abandonar a la familia por el trabajo.

P. ¿A usted le acompaña su familia en sus aventuras?

R. Ahora siempre me acompaña mi mujer. La dejé abandonada durante mi etapa en Televisión Española, pero siempre he intentado hacer partícipe a mis hijos de mis viajes. Por ejemplo, con mi hijo he bajado el Amazonas y ha sido una experiencia increíble. Lo que intentamos con este programa es recuperar los valores perdidos por la sociedad capitalista, como la familia. Es importante estabilizar la vida personal. Hoy día, con el teletrabajo y las nuevas tecnologías no es tan necesario pasar tantas horas en el trabajo. La savia para que una empresa funcione es la familia. Los empresarios deberían hacer lo posible para que todos la cuidaran.

P. ¿Cómo soluciona los incidentes que van surgiendo en el camino?

R. A nosotros nos han pillado guerras en Perú y Ecuador, y ahí tuvimos que hacer gestiones sobre la marcha con los presidentes de estos países. Tienes que improvisar bastante, pero lo importante es saber que después del caos siempre sale la luz. Si se sabe transformar lo negro en blanco es cuando se triunfa. También hay que tener humor y saber rodearse siempre de los mejores profesionales, que sean capaces de aportar conocimientos y sabiduría a la organización. Coincide que los mejores siempre suelen ser personas optimistas y de gran vitalidad.

P. Dicen de usted que siempre está tramando algo, que la creatividad le puede.

R. Siempre. No puedo dejar de pensar que siempre se puede innovar, hacer cosas distintas. El aburrimiento no cabe en mi vida. Mi trabajo tiene mucho de terapia ocupacional. Soy un nómada que disfruta con la espontaneidad y que persigue la rigurosidad en el trabajo. Yo siempre aconsejo a todo el mundo que vaya por la vida con los ojos bien abiertos. En Alemania nos han dado un premio al programa como modelo pedagógico, ya que donde mejor se aprende es al ir de viaje. El mejor máster es el que se aprende cuando se va de viaje, que es cuando se convive, cuando surgen inconvenientes, cuando se disfruta de parajes bellos. Y haces que esos recuerdos viajen siempre debajo de la piel. Por eso es muy positivo que los chicos y chicas que participan en Ruta Quetzal comiencen a vivir esas experiencias cuando están a punto de empezar a estudiar una carrera universitaria, cuando todavía son puros, cuando todavía no están contaminados por la sociedad. Después que estudien o que hagan lo que quieran, pero siempre van a llevar consigo una serie de vivencias que nadie les podrá arrebatar. Existe el peligro de que los españoles den la espalda a sus hermanos de América en favor de los europeos.

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