Tamayo niega haber cobrado del PP y del sector de la construcción
Ni Eduardo Tamayo aportó pruebas de que sólo le movieron móviles políticos para impedir gobernar a Rafael Simancas ni el PSOE e IU consiguieron demostrar que el diputado rebelde se conduce por motivos económicos. 'No he recibido pago alguno del PP ni tampoco de ningún constructor. Esto es una cuestión de conciencia política', mantuvo Tamayo en una sesión que no estuvo exenta de tensiones.
El compareciente reconoció que el 25 de mayo, fecha de las elecciones municipales, habló en varias ocasiones con el constructor Francisco Bravo y el abogado José Esteban Verdes 'de asuntos personales' y también de los posibles resultados electorales. Lo consideró normal, al igual que las llamadas que cruzó con ellos el día de la deserción en la Asamblea regional.
El diputado tránsfuga circunscribió su actitud a motivaciones relacionadas con el reparto de poder dentro de la Federación Socialista Madrileña. Su abandono de la Asamblea regional el pasado 10 de junio, junto a la parlamentaria María Teresa Sáez, se debió, dijo, al incumplimiento por parte del candidato socialista, Rafael Simancas, de los compromisos alcanzados con la corriente Renovadores por la Base, a partir de los cuales ésta habría tenido asegurado el 40% de los cargos públicos en la comunidad madrileña.
Tamayo también citó como causa de su conducta los acuerdos que el PSOE iba a firmar con IU para formar un Gobierno de coalición. 'Mis ex compañeros iban a dejar a los comunistas las competencias sobre educación, sanidad y vivienda, pese a haber conseguido éstos solamente 200.000 votos en la comunidad', aseveró Tamayo. Pese a todo, admitió que en las reuniones celebradas por la dirección de la FSM con posterioridad a las elecciones de mayo en las que se abordaron las negociaciones con IU, no puso objeción alguna a los posibles pactos.
Mitin en la Asamblea
La falta de entrenamiento de los diputados del PSOE e IU en la comisión de investigación facilitó que Tamayo utilizara la misma en actitud mitinera. Sus ataques tuvieron varios objetivos: el propio Simancas; el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el secretario de organización de este partido, José Blanco. El diputado tránsfuga acusó a este último de conocer con antelación que el 10 de junio el PSOE se quedaría en minoría en la Asamblea.
El PP, que controla con su voto ponderado la comisión de investigación, ha reservado para la última hora del martes la comparecencia que, en principio, más le podría comprometer. Es la del secretario general del partido en Madrid, Ricardo Romero de Tejada, quien se entrevistó con el constructor Francisco Bravo el mismo día en que Tamayo consumó su traición. Según dos ex alcaldes del PP en Sevilla la Nueva, la entrevista entre Bravo y Romero de Tejada se celebró a solas y no tuvo relación con la negociación sobre el gobierno municipal de dicha localidad madrileña.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, reiteró ayer su confianza en Romero de Tejada.