Camps se declara contrario al plan de Zaplana de unir Bancaja y CAM
Se acabaron las especulaciones sobre una hipotética fusión entre Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), tan alentadas por el anterior presidente valenciano, Eduardo Zaplana. Su sucesor al frente de la Generalitat, el también popular Francisco Camps, aprovechó la primera reunión con los responsables de las dos cajas para asegurar que descarta esa unión.
El nuevo presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, del PP, dio ayer un giro a la política sobre cajas de ahorros que había desarrollado el Ejecutivo autonómico en el mandato de su correligionario Eduardo Zaplana, al asegurar que su Gobierno descarta la fusión entre las dos principales entidades valencianas, Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
En lo que fue toda una declaración de intenciones del nuevo Gobierno valenciano, Camps quiso, sin tan sólo esperar a la recurrente pregunta de la prensa sobre la hipotética fusión entre las dos cajas, 'disipar cualquier tipo de duda'. Y lo hizo por la mañana tras reunirse con el presidente de Bancaja, Julio de Miguel: 'Es bueno que las dos cajas de ahorros sigan planteando sus estrategias, sus decisiones, sus apuestas de inversión y de crecimiento en torno a lo que son: dos cajas de ahorros muy potentes en la comunidad'.
El presidente de la Generalitat, que por la tarde mantuvo un encuentro similar con Vicente Sala, presidente de la CAM, aseguró que la decisión de no seguir apostando por la fusión se ha tomado tras llegar 'todos al convencimiento' de que 'es lo mejor'. 'Tenemos dos cajas excepcionales que tienen que seguir su camino', dijo.
Zaplana intentó en su mandato que las cajas pactaran una fusión que la CAM en especial no deseaba
El presidente valenciano abundó en esta idea y señaló que el modelo de cajas de ahorros de la Comunidad Valenciana es 'excelente, con dos cajas de ahorros perfectamente asentadas en el territorio, que tienen intereses económicos y financieros en otras empresas y que han dado buenos réditos'.
Esta postura dista mucho de la que desarrolló Zaplana al frente de la Generalitat, desde donde se manifestó abiertamente favorable a la fusión de las cajas. Desde que en marzo del año 2000 Zaplana lanzara la idea de fusionar las dos cajas en un debate sobre política general en las Cortes Valencianas, el por entonces presidente de la Generalitat promovió de forma activa dicha unión, a la que se oponían especialmente desde la CAM, incluido su presidente, Vicente Sala.
En septiembre de aquel año, y tras haber intentado por todos los medios un acuerdo, que incluyó la solicitud de informes internos por parte de las dos cajas para justificar esa fusión, Zaplana decidió aparcarla por el alto coste tanto político como económico que suponía, si bien no renunció a ella en ningún momento.
La fusión dio paso entonces a la creación de una corporación conjunta, a la que las dos entidades han aportado sus participaciones en empresas -la mayoría deficitarias- donde estuvieran las dos cajas. El objetivo era poder realizar inversiones desde esta cartera de participaciones industriales de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, pasado el tiempo, la operatividad de la misma se ha demostrado totalmente nula.
Este no es el primer gesto de desmarque de Camps respecto de la política de Zaplana, especialmente en temas de control del gasto de una Generalitat muy endeudada.