Francia aumenta las exenciones a las pymes en el impuesto sobre la fortuna
El Parlamento francés adoptó en la noche del pasado lunes una ley que suaviza la fiscalidad que soportan las pequeñas y medianas empresas (pymes) en el impuesto sobre la fortuna (ISF), así como las exenciones aplicables al mismo. La decisión se produce justo después de que el Gobierno de Jean Pierre Raffarin redujera el rendimiento de las principales fórmulas de ahorro popular, lo que ha suscitado las críticas de sindicatos y oposición.
La ley aprobada por el Parlamento exime las inversiones en pymes del pago del ISF. Si son empresas que cotizan en Bolsa, los accionistas que conserven durante seis años el 20% de los títulos verán reducido el pago del impuesto, una cifra que asciende al 34% en caso de empresas no cotizadas, además, la mitad del patrimonio total de los empresarios.
La nueva ley comporta otras disposiciones para facilitar la creación de empresas, libertad para fijar el monto del capital social de la misma, protección de la residencia del creador de una empresa si ésta quiebra o el retraso del pago de deudas en el primer año de funcionamiento.
El Gobierno esgrime que con estas medidas busca que 'los impuestos movilicen el ahorro' y aumentar la 'eficacia' del sistema tributario.
La oposición, por su parte, considera que se trata de 'un nuevo regalo fiscal del Gobierno para los más pudientes'. Y más aún cuando se produce horas después de que el Ejecutivo redujera la remuneración de los productos de ahorro popular, que está reglamentada por el Gobierno.
El titular de Economía, Francis Mer, anunció que la Libreta A, de la que disponen 47 millones de franceses, pasará a recibir un tipo de interés del 2,25% desde el 1 de agosto, en lugar del 3% actual. Esta libreta permite ingresar al año hasta 15.300 euros libres de impuestos.
Raffarin rechazó las críticas de sindicatos y oposición al asegurar que la rebaja sólo aplica el descenso de tipos aprobado por el Banco Central Europeo (BCE).