Las fusiones vuelven a marcar ritmo
El clima en los mercados en los últimos tres años ha sido frío. Explotó la burbuja, llegó la crisis y los acercamientos entre empresas han sido escasos. Las actividades de fusiones y adquisiciones que tanto han acalorado los mercados ha estado en barbecho y es probable que no se recupere nunca la ola que caracterizó a mediados de los noventa. Sin embargo, en las últimas semanas una inusual actividad se ha impuesto y observadores del mercado y banca de inversión piensan en el fin de los malos tiempos.
Primero fue la empresa de software PeopleSoft la que anunció un acuerdo amistoso con su competidora JD Edwards para unir sus actividades. Pero Oracle se interpuso, rompiendo una tradición de lo que está considerado como 'buenas maneras' en el sector de la alta tecnología y lanzó una más que atípica OPA hostil sobre PeopleSoft.
Del mismo carácter fue la que el fabricante de productos de aluminio canadiense, Alcan, lanzó sobre la francesa Pechiney el 7 de julio por valor de 3.900 millones de dólares. Un día después y con menos drama la empresa tecnológica EMC acordó la compra de Legato, la de componentes de la automoción ArvinMeritor lanzó una opa (pendiente de ser calificada de hostil) de 2.200 millones de dólares sobre Dana, y en este mismo sector, Yellow Corporation compró Roadway y la de ropa VF se hacía con Náutica. El fabricante de ropa y zapatillas deportivas Nike compró Converse y el 14 de julio, otro de los grandes nombres, Yahoo, compraba Overture.
Sólo en julio y según la entidad Thomson Financial, se han anunciado en todo el mundo fusiones por valor de 26.000 millones de dólares.
Por lo general, los mercados han celebrado con subidas la vuelta a esta actividad. Hay movimiento, finalmente. Y es que hasta julio la tendencia que se estaba marcando no era muy animada ni en términos de tamaño ni de cifras. De hecho y de acuerdo con los datos que maneja la firma de análisis FactSet Mergerstat en la primera mitad de 2003, se han propuesto 6.803 fusiones que juntas se valoran en 367.300 millones de dólares.
Dudas
Las cifras palidecen si se comparan con las que se registraban en el mismo periodo del año anterior, cuando la crisis abierta en 2001 continuaba. Entonces llegaron a ponerse encima de la mesa 8.362 de propuestas de fusión o adquisición que totalizaban 409.400 millones de dólares. Por centrar estos datos y según esta misma firma, en la primera mitad de 2000 cuando no quedaba tanto para que saltara por los aires el mercado alcista hubo 11.875 acuerdos que sumaron 1,4 billones de dólares.
¿Es válido pensar que se mantendrá esta fiebre de fusiones?
Sin duda, junio y julio están siendo, o lo han sido ya, atípicos y muchos bancos de inversión (que en buena medida tienen deseos de que sea así para dinamizar su negocio) así lo han presentado. Desde Mergestat no se está tan seguro.
'Estamos oyendo mucho sobre una vuelta a la actividad basado en evidencias anecdóticas y que supone que había acuerdos que estaban en espera por las circunstancias de incertidumbre que ha causado la guerra en Irak y el temor de que la compra no gustara en el mercado' aseguraba Kurt Kunert de Mergestat a la agencia AP. Para este analista es pronto para saber si este es el principio del final de la crisis de esta actividad y afirma que las estadísticas no avalan que así sea.
Algunos de sus colegas más optimistas piden al menos que se conceda que el movimiento de las últimas semanas revelan una significativa tendencia positiva.
Desde luego la positiva respuesta que han mostrado los mercados puede animar a los que se han quedado de brazos cruzado por temor a una actividad que se ha terminado por asociar de cerca con la burbuja. Lo que anima de lo ocurrido en las últimas semanas es que muestra que hay confianza en que hay operaciones que se pueden hacer de nuevo.
El exceso de los noventa
Según explica Chris Neeman, uno de los autores de un reciente estudio sobre fusiones de The Boston Consulting Group, 'los excesos de los finales de los noventa han creado un rechazo ante las fusiones y adquisiciones como forma equivocada de crecimiento'. Para este especialista la impresión es equivocada.
'Los periodos de crecimiento débil pueden ser ideales para las compañías para desarrollar estas estrategias de compras'. Según este estudio del Boston Consulting Group, las fusiones que se producen durante periodos de crecimiento débil suelen tener una mayor posibilidad de éxito y generan mayor valor para el inversor como media porque normalmente se saca ventaja de la menor valoración de la empresa comprada. Las conclusiones se derivan del análisis de 277 transacciones en los EE UU entre 1985 y 2000.
Oracle pujará por PeopleSoft y JD Edwards juntas
PeopleSoft ha crecido como fabricante de software empresarial y ya es el segundo por cuota de mercado, tras la alemana Sap. El viernes culminó la adquisición de JD Edwards por 1.800 millones de dólares.Según anunció la compañía californiana, ha comprado ya el 88% de las acciones de JD Edwards y alcanzará el 100% a lo largo del mes de agosto. Sobre la operación pesaba una fuerte garantía en forma de sanción si alguna de las dos multinacionales incumplía el pacto alcanzado el pasado 2 de junio. Pero todas las precauciones eran pocas. La reacción de Oracle, con el lanzamiento de una opa hostil sobre la propia PeopleSoft, desencadenó una batalla que ha ido más allá de las descalificaciones.En primer lugar, PeopleSoft ha acelerado el proceso de absorción de JD Edwards para ganar tamaño y poder defenderse de la ofensiva de Oracle.Pero ¿retrocede Larry Ellison en su empeño por no quedarse atrás en el negocio de las aplicaciones empresariales? 'Oracle sigue decidida a adquirir PeopleSoft, incluso con la suma de JD Edwards', ha dicho el portavoz Jim Finn.De una forma tangencial se ha producido el movimiento de Sap, dispuesta a captar a aquellos clientes ajenos que manifiesten cualquier síntoma de duda ante el proceso.La incertidumbre que acompaña a la concentración del sector, unida al letargo inversor, afectará a todos por igual, dicen los analistas. Sap es tachada de oportunista, 'sólo tratamos de saltar el charco sin mojarnos', sentencia uno de sus directivos.