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Acuerdo

Alemania acomete un nuevo recorte de su estado de bienestar con la reforma de la sanidad

El Gobierno alemán y la oposición conservadora han alcanzado un acuerdo sobre el proyecto de reforma del sistema de salud que, según el Ministerio de Sanidad de este país, permitirá un ahorro de unos 20.000 millones de euros. Después de varias semanas de negociación, ambas partes han conseguido "un compromiso que asegurará la calidad de la prestación y al mismo tiempo mantener las estructuras sanitarias" según ha señalado la ministra socialdemócrata de Sanidad, Ulla Schmidt.

Esta medida es parte de una política de contención del gasto público que está acometiendo el Gobierno alemán en un intento de reactivar su débil economía y que ya ha afectado al desempleo. También se está estudiando la reforma de las pensiones. Según el ministro de Finanzas, Hans Eichel, los gastos de estas partidas absorberán este año un 80% del presupuesto y ha advertido que actualmente faltan 'entre 15.000 y 18.000 millones de euros' en las cuentas del próximo año. Tanto Alemania como Francia, que recientemente ha acometido una reforma de pensiones, están intentando reducir su déficit público para lograr salvaguardar los criterios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento que impone la UE ante la amenaza de nuevas sanciones por parte de las autoridades de Bruselas.

Mantener la calidad

Schmidt ha asegurado que el resultado del acuerdo concretado hoy se concretará en una reforma de la sanidad pública que "equilibre" un recorte en la financiación con el mantenimiento de los niveles de calidad. En este sentido, ha reafirmado la voluntad del Gobierno de Schröeder de reducir las cotizaciones por el seguro de enfermedad y los salarios.

En concreto, se calcula un descenso de las cotizaciones respecto al salario bruto hasta el 13,6%, frente al 14,3% de la actualidad, con el fin de alcanzar de forma progresiva el 13%. Esta reducción de las cotizaciones se reflejará en las prestaciones sanitarias. Así, por ejemplo, las prótesis dentales ya no serán consideradas dentro del régimen general y requerirán un seguro público suplementario o la suscripción de un contrato con una aseguradora privada.

Además, el Gobierno alemán tiene previsto poner en funcionamiento una fundación independiente encargada de evaluar la relación entre el coste y el beneficio de los medicamentos financiados por el sistema público. Otra de las novedades será la introducción de una nueva contribución o pago por la asistencia médica. Hasta el momento, los alemanes no tenían que realizar ningún desembolso por este servicio cuyo coste se facturaba directamente con cargo al seguro de enfermedad. De esta forma los ciudadanos deberán pagar hasta un máximo de 10 euros por consulta médica. Igualmente, habrán de abonar una cantidad similar por atención ambulatoria o dental. No obstante, esta aportación no podrá exceder el 2 por ciento del salario bruto y del 1% en el caso de las enfermedades crónicas.

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