Los falsificadores los prefieren de 50 euros
Si es usted español quizá tenga la impresión de que el billete de euro de mayor circulación es el de 20. Pero si es europeo tendrá la sensación que es el de 50 euros el billete que ve con más asiduidad, precisamente el que más se falsifica.
En enero de 2002 circulaban por Europa 2.000 millones de billetes de 10 euros -el de mayor presencia- y 1.417 millones de 50, según el Banco Central Europeo (BCE). Ahora es el billete de 50 euros el que más se deja ver por la UE. En mayo de este año circulaban 2.428 millones de billetes de 50 euros frente a los 1.849 millones de 20 o los 1.537 millones de 10.
Por esta razón, el ser de mayor circulación, es también el billete de 50 euros el que más se falsifica. De los 230.534 billetes falsos retirados de la circulación en los primeros seis meses de este año -frente a los 145.153 interceptados en el mismo periodo de 2002-, 152.072 son de 50 euros. Un portavoz del BCE indica que los falsificadores 'ya que se arriesgan lo hacen por un valor relativamente importante'.
Ante el incremento de las falsificaciones el BCE indica en su último boletín mensual que ampliará el programa de sensibilización del público sobre el tema y que impulsará acuerdos de cooperación con los bancos centrales nacionales y otras autoridades competentes de Estados no pertenecientes a la UE -entre otros el servicio secreto estadounidense-.
Europol, el organismo policial de la UE que investiga los casos de falsificaciones, informó ayer que entre enero y junio de este año había desmantelado 12 talleres de impresión en los que se falsificaban billetes de euro, de los que 10 locales se encontraban en la UE y otros dos en países extracomunitarios.
El BCE señala en su boletín que, a pesar del aumento del número de falsificaciones, éste continua siendo 'muy reducido'. Y, por si cabía alguna duda, concluye que los billetes son inocuos para el hombre.
Diversos medios de comunicación habían advertido sobre la presencia de tributiltina en los billetes de euros, una sustancia empleada en diversas industrias, y que ésta podía ser perjudicial para la salud. El BCE indica que habría que ingerir 2.500 billetes diarios durante un largo periodo para que dicha sustancia resultara tóxica.