Duras críticas del Parlamento francés a la gestión del presidente de EDF
El presidente de æpermil;lectricité de France, François Roussely, ha rechazado de forma contundente las críticas a su gestión en la compañía eléctrica francesa, que ha sido puesta en entredicho por la comisión parlamentaria creada para investigar las empresas públicas galas. El esperado informe, dirigido por Philippe Douste-Blazy, del partido del Gobierno, UMP, apunta directamente a EDF y a France Télécom como ejemplos del modelo de gestión de las empresas públicas que la comisión considera 'un fracaso'.
Lejos de arredrarse ante las críticas, que podrían costarle el cargo, con vigencia hasta 2004, Roussely defiende su gestión, que ha llevado a EDF, según expresó en un comunicado, a ser 'una empresa sana, competitiva, rentable y preparada para afrontar la competencia a escala internacional'.
Son precisamente las aventuras internacionales las acciones más criticadas en el citado documento. La adquisición del 20% de Montedison en Italia en el año 2001 'refleja un riesgo financiero y jurídico excesivo', para una empresa que acumuló una deuda neta de 25,8 mil millones de euros en 2002. En cuanto a la toma de control de Edenor en Argentina, supone 'otro ejemplo de anticipación y de una valoración definitivamente equivocada del riesgo'.
Sin embargo, Roussely, nombrado por el anterior Gobierno socialista de Lionel Jospin, insiste en que 'la estrategia internacional en el periodo de 2001 a 2003 fue votada por el consejo de administración, compuesto en un tercio por representantes del Estado'. Y asegura que 'la intervención en Edenor fue autorizada por carta por el Ministerio de Economía y Finanzas en 2001'.
La tempestad por la que atraviesa el gigante eléctrico podría toparse con la próxima privatización de la compañía, cuyo calendario podría adelantarse a agosto.
La EDF privada
La voluntad política expresada por el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, de 'adaptar el estatus' de la eléctrica, que permitiría 'abrir su capital próximamente', se ha concretado en los objetivos de Roussely para la futura EDF, presentados la semana pasada. El más ambicioso de ellos, 'convertirse en una referencia europea de la energía', a través de 'un cambio de forma y de capital', podría recibir el pistoletazo de salida en las próximas semanas. La CGT, sindicato mayoritario en EDF, ya ha anunciado 'movilizaciones a partir de agosto' contra lo que considera 'un auténtico proceso de privatización'.
Sin embargo, el viento sopla a favor de Roussely. La necesidad de evitar que se desestabilice a EDF en vísperas de la privatización y la liberalización total del mercado para empresas (el 1 de julio de 2004) podría salvarle de una destitución, cada vez más reclamada.
El gigante pierde un 25% de la distribución a empresas
Los pequeños proveedores eléctricos no han perdido el tiempo. Desde la primera liberalización del mercado eléctrico francés, en el año 2000, unas 50 empresas distribuidoras de electricidad han tomado el relevo del gigante EDF, según el último informe de la Comisión de Regulación de la Energía (CRE), haciéndose con el 25% del mercado de empresas en el país.Si bien el mercado eléctrico galo sólo está liberalizado en un 30%, 350 empresas han cambiado ya de distribuidor, a la espera de que a partir del 1 de julio del próximo año, momento de la liberalización total para profesionales, cuando se pase de 3.000 clientes a 2,3 millones.Ante la nueva situación, las empresas eléctricas alternativas a EDF empiezan a sacar la cabeza. Una de ellas es Poweo, sociedad que comenzó a distribuir electricidad en marzo de 2002. Su estrategia se orienta a las pequeñas y medianas empresas a base de bajos costes. Hoy distribuye electricidad a 15 clientes industriales, que espera ampliar a 3.000 a finales del próximo año. Otra de las empresas dispuestas a ganar mercado es Snet, participada en un tercio por la española Endesa.