El BCE exige a los Quince que mantengan su compromiso con el rigor presupuestario
La enorme polémica avivada esta semana por el presidente francés, Jacques Chirac, sobre la posibilidad de flexibilizar el Pacto de Estabilidad, sigue aún levantando polvareda, después de la reunión del Consejo de Ministros de Finanzas de la UE.
Las últimas reacciones proceden del propio Banco Central Europeo (BCE). En su informe mensual de julio, la institución con sede en Fráncfort recordó ayer la necesidad por parte de los 15 Estados miembros de la Unión Europea de mantener su compromiso con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, cumpliendo con las estrategias diseñadas de saneamiento presupuestario a medio plazo.
La institución avisa, sin citar a países como Alemania y Francia, que la debilidad del crecimiento económico de la zona euro puede relacionarse con la 'falta de ambición' en el ámbito de las reformas fiscales y estructurales para seguir mejorando las condiciones de inversión y empleo. Los avances en las reformas estructurales de los mercados de trabajo y de productos no sólo aumentarían el crecimiento potencial de la zona euro e incrementarían su capacidad de absorción de las perturbaciones económicas externas, sino que 'disiparían gran parte de la incertidumbre que actualmente enturbia las perspectivas a largo plazo'.
La receta del BCE pasa, por tanto, por seguir aplicando rigor presupuestario a todos los Estados, especialmente a los de cuentas públicas en números rojos, como Alemania, Portugal e Italia. Respecto a la evolución futura de los tipos de interés (se encuentran en el 2%), el banco europeo indica, escuetamente, que la orientación actual de la política monetaria 'resulta apropiada'. Un mensaje de cautela para quien ya está solicitando una nueva rebaja de tipos.
El Banco entiende que la tensiones inflacionistas están controladas, pero reconoce que la actividad económica, aunque estabilizada, no ofrece síntomas de reactivación. Se debe controlar, por otra parte, el 'exceso de liquidez' en el área, derivado del crecimiento de la masa monetaria.