'Presidente, usted nos ha puesto a parir a todos', le dijo Cuevas
Al finalizar el desayuno en la sede de la CEOE, José María Cuevas no pudo reprimir un impulso emocional y en una sola frase reflejó fielmente el sentimiento de los empresarios españoles que desayunaron con Néstor Kirchner. Cogiendo del brazo al mandatario argentino, Cuevas le dijo: 'Presidente, usted nos ha puesto a parir a todos'.
Difícilmente alguien podría mejorar esta verbalización del impacto provocado por las palabras que Kirchner dirigió a sus interlocutores. El consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, y el director general del SCH, Francisco Luzón, sintieron el embate más que nadie a pesar de que recordaron al presidente argentino que su sector fue el último en llegar al país y, por tanto, los que menos ganaron.
Con un perfil mucho más bajo, Alfonso Cortina, de Repsol, y César Alierta, de Telefónica, no confrontaron con Kirchner. Tampoco lo hizo Antonio Mata, de Aerolíneas Argentinas, quien elogió la 'habilidad política' del nuevo presidente y el plan que está diseñando. Sin animarse a grandes exigencias, pero recordando el congelamiento de las tarifas de sus filiales en Argentina, hablaron el consejero delegado de Gas Natural, Enrique Locutura; el presidente del Grupo Dragados, Antonio García Ferrer, y el director general de Aguas de Barcelona, Ángel Simón Grimaldos.
Además de los mencionados, se dieron cita en la CEOE el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda; el presidente de NH, Gabriel Burgio; el del grupo Prisa, Jesús de Polanco, y otros ocho empresarios. Si el encuentro con Lula el pasado martes generó un clima de euforia, el de ayer con Kirchner culminó con caras largas y silencio.
Ninguno quiso dar su versión ni su opinión sobre la reunión a la salida, aunque Cuevas intentó poner paños fríos a través de una declaración de la CEOE en la que asegura que la inversión española es 'a largo plazo' y en la que pide un diálogo 'directo y continuo' del Gobierno argentino con las empresas españolas.