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Crisis

La Eurocámara pide explicaciones a Prodi por el escándalo de Eurostat

El Parlamento Europeo decidió ayer convocar al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, para interpelarle en persona sobre el escándalo financiero en Eurostat, la oficina comunitaria de Estadísticas. Por el mismo motivo comparecieron ayer ante la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento el vicepresidente de la Comisión Europea, Neil Kinnock, y el comisario de Economía, Pedro Solbes.

El español se mostró dispuesto a 'aceptar toda la responsabilidad por lo que he hecho y por lo que haya dejado de hacer teniendo conocimiento de los hechos'. Pero al planteársele la posibilidad de la dimisión consideró que, de momento, 'me parece muy difícil que se me pueda pedir responsabilidad por no haber actuado ante hechos que no conocía'.

'Estamos hablando de hechos que se produjeron en el período de mi predecesor y de los que no se me informó al ocupar el cargo', señaló Solbes, comisario de Economía desde el otoño de 1999. Los desfalcos que investiga en Eurostat la Oficina europea de Lucha contra el Fraude datan al menos de 1998, aunque se apunta que podrían responder a una práctica repetida desde los ochenta y extendida en otras direcciones generales de la Comisión.

La Comisión ha decidido de momento cesar al director general de Eurostat, Yves Franchet (en el cargo desde 1987 y mantenido en el puesto por cinco comisarios consecutivos), y a otros dos altos funcionarios del organismo. Bruselas ha dejado en suspenso también los más de 50 contratos firmados por Eurostat con la consultora francesa Planistat, de la que se sospecha que formaba parte de la trama de doble contabilidad, contratos inflados y adjudicaciones fraudulentas.

Kinnock indicó ayer que en un plazo de dos meses se cancelarán definitivamente los contratos sin costes adicionales para el presupuesto comunitario. Solbes anunció que a partir de ahora se limitará la externalización de servicios en Eurostat y se pondrá fin a la renovación automática de contratos, aunque el comisario reconoce que estas decisiones pueden tener un impacto en la capacidad de la oficina de Estadísticas (640 funcionarios).

'La calidad de las estadísticas es ahora mi máxima preocupación', afirmó Solbes, quien asegura encontrarse en condiciones de 'garantizar que las estadísticas en el pasado han sido correctas' porque 'los problemas que han surgido en la externalización no han afectado a a la metodología'. Próximo capítulo: en septiembre, a más tardar, cuando Prodi acuda a declarar ante el Parlamento.

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