El hotel familiar más grande de Europa
El Hotel Auditorium de Madrid, situado cerca del aeropuerto, está considerado el más grande de Europa. Sus propietarios, los hermanos Palomo, pretenden cubrir ese vacío en el negocio de congresos
La familia toledana Palomo presume de haber abierto el hotel más grande de Europa, el Auditorium de Madrid. Situado cerca del aeropuerto de Barajas, el establecimiento cuenta con 102.000 metros cuadrados, 879 habitaciones, 27 salones y un enorme auditorio con capacidad para 2.400 personas, dirigido a directivos y hombres de negocios, principalmente. El gigantesco hotel ha supuesto una inversión de 120 millones de euros.
Los cuatro hermanos Palomo (José, Magdalena, Jorge y Mariano), que se reparten por igual el capital de una sociedad enteramente familiar, apuestan por este negocio porque, en su opinión, existe un gran vacío en Madrid en centros de congresos con alojamiento incorporado. 'Empresarios y congresistas venían a la feria de Juan Carlos I y tenían que dormir lejos del lugar del encuentro, en diferentes hoteles de la capital', dice Víctor Fran, director del Auditorium.
La familia Palomo ha construido un centro de congresos con capacidad suficiente para albergar a grandes grupos de directivos, incluso es superior a la del mismo recinto ferial, que cuenta con 1.800 plazas. 'Es el centro de congresos más grande de España y el tercero de Europa', dicen en la compañía. Para facilitar la estancia de los congresistas sin tener que salir de las salas, sus propietarios han decidido edificar un hotel en torno al auditorio, añade Fran.
Los Palomo han visto un filón en el turismo de congresos. Esta actividad crece en Madrid a un ritmo de un 13,3% y genera unos ingresos de 553 millones de euros, según los datos de la Oficina de Congresos de Madrid.
Los Palomo pertenecen a esa estirpe de empresarios hechos a sí mismos, que son extremadamente reservados a la hora de hablar de sus negocios. José Palomo, el mayor de los hermanos y ahora presidente del grupo, entró siendo muy joven en la promoción inmobiliaria donde consiguió hacer fortuna. Más tarde, tomó las riendas del propio negocio familiar dedicado a la construcción. Hace diez años, los Palomo comenzaron en el segmento hotelero y se hicieron propietarios y gestores de cuatro establecimientos en Madrid y uno en Guadalajara.
Para gestionar el Auditorium hubo algunas ofertas de otras compañías. De hecho, el grupo Le Meridien intentó llevarse el gato al agua, sin éxito. Los Palomo firmaron con el grupo europeo un acuerdo de gestión que luego rompieron porque consideraron que no era el socio adecuado. Esta decisión costó a la familia tres millones en concepto de indemnización por incumplimiento de contrato.
Sus responsables auguran unos ingresos de 16 millones de euros para el primer año.