Seis caídas del Ibex en siete años desmontan el mito del rally veraniego
Entre los muchos mitos y coletillas que acompañan al comportamiento de las Bolsas hay uno que se repite cada año por estas fechas, el que se refiere al tradicional rally de verano. Olvídese de él y eche un vistazo a la estadística: el verano no es rentable. Por lo menos no lo ha sido en los últimos 10 años.
El Ibex ha caído en más ocasiones -seis- de las que ha subido -cuatro- entre julio y agosto desde 1993. La media de estos dos meses en los últimos 10 años arroja un comportamiento negativo del índice, con un retroceso del 1,5%.
No obstante, cabe resaltar que las seis caídas que ha registrado el indicador de la Bolsa española en estos meses de verano han tenido lugar en los últimos siete años. Desde 1996, sólo en el ejercicio de 2000 el Ibex logró cerrar en positivo los meses de julio y agosto, aunque el avance fue leve, un 2,87%.
Un patrón muy parecido al del Ibex han seguido otros índices de referencia, como el Dow Jones de EE UU o el Dax alemán. El indicador estadounidense ha caído un 0,96% de media en los últimos 10 veranos y el Dax ha perdido el 1,13%.
En EE UU existe un dicho sobre la Bolsa que recomienda a los inversores 'vender en mayo y apartarse del mercado' (sell in may and go away). Esta vez sí, la estadística demuestra como entre mayo y octubre las Bolsas suelen comportarse mucho peor que entre los meses de noviembre y abril. Desde 1998, el índice MSCI global ha subido una media del 8,4% entre noviembre y abril, mientras que entre los meses de mayo y octubre presenta un rendimiento negativo del 0,4%.
Los analistas suelen rechazar este tipo de estadísticas a la hora de tomar decisiones. Las razones son simples, los mercados no son caprichosos, se mueven por expectativas, acontecimientos reales y fundamentales económicos. Sin embargo, hay algunas claves que ayudan a explicar por qué la evolución de la renta variable en verano suele ser negativa.
Las compensaciones salariales que pagan las compañías en concepto de bonus suelen abonarse entre los meses de diciembre y marzo, lo que para los asalariados supone una considerable entrada de dinero que puede destinarse a instrumentos de ahorro, como los fondos de inversión. También a finales de año y, por razones fiscales, muchos inversores liquidan participaciones en Bolsa que generan de nuevo liquidez, dinero que pocos meses más tarde suele volver a reinvertirse en los mercados.
Mejor en invierno
'La posibilidad de que se produzca una subida en la Bolsa está siempre abierta', sostiene José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup. 'Aunque es mejor pensar en el rally de final de año que en el de verano', reconocía este analista en una nota a inversores difundida la semana pasada.
De los comportamientos que la Bolsa tiene en los meses de verano puede también extrapolarse algunas cifras interesantes sobre su evolución en el resto del año. Así, Martínez explica que los analistas técnicos de su firma han descubierto que si las Bolsas suben en julio y las alzas se mantienen durante los meses de agosto y septiembre, el cuarto trimestre tiene muchas probabilidades de ser positivo. Por el contrario, si la renta variable avanza en julio, pero sufre pérdidas en agosto y septiembre, puede que las caídas continúen hasta finales del ejercicio.
Esta conclusión estadística resulta especialmente desesperanzadora para la Bolsa española. Al contrario de lo que sucede en índices como el Dow Jones y el Dax, julio ha sido en los últimos 10 años un mes negativo para el Ibex. El descenso medio desde 1993 en ese periodo para los valores del Ibex ha sido del 1,27%, frente a las subidas del 0,46% en el Dow Jones y del 1,19% en el Dax. Asimismo, en los últimos siete años la Bolsa española ha cerrado el mes de julio con pérdidas en seis ejercicios, mientras que el Dow Jones ha caído en tres ocasiones y el Dax en cuatro.
Este año, sin embargo, presenta algunas particularidades que pueden romper la racha de pérdidas que el Ibex presenta en julio.
Más entradas de dinero
Desde 1999 mucho dinero se retira de los fondos de Bolsa durante el mes de junio. No obstante, este año cerca de 2.200 millones de euros han entrado en términos netos en el conjunto de los fondos de inversión españoles. De toda esta cantidad, casi la mitad han ido a parar a los fondos de inversión de renta variable.
Aunque las entradas de dinero en los fondos no garantizan un verano en positivo, sí reflejan una mayor confianza de los inversores en el futuro de la Bolsa. Al mismo tiempo, suponen una inyección de liquidez en el mercado que permite a los gestores mayor margen de maniobra para buscar contrapartidas de precio en los mercados.
Por otro lado, la situación de las economías latinoamericanas es ahora mucho más benigna que en los dos años anteriores y la Bolsa española presenta valoraciones menos ajustadas que otros mercados de referencia. Hasta el momento, el Ibex acumula en julio una subida del 1,4%.