La caída de Bank Austria en su estreno bursátil muestra la debilidad del mercado de OPV
La caída de Bank Austria en su estreno bursátil de ayer pone de manifiesto la fría acogida de los inversores a la mayor OPV europea del año. El valor bajó un 3,45% y cerró en 28 euros, frente a los 29 que se establecieron como precio de colocación, en medio del rango previamente señalado. Hypovereinsbank, que colocó el 25% de su filial y obtuvo 960 millones de euros, bajó un 1,95%. Otros valores de banca también bajaron. ABN Amro cedió un 2,64% y Société Générale, el 2,3%.
Otra de las grandes operaciones de este año, la de las páginas amarillas británicas Yell, ha despertado interés en el mercado. La compañía rescató hace un mes el plan de salir a Bolsa, después de cancelar el proyecto en julio del año pasado. El folleto de admisión indica un rango orientativo de precio por acción entre 250 y 300 peniques. Los expertos de Tullet & Tokyo Liberty prevén que el precio final quede fijado en la parte alta de la banda por la elevada demanda, pero mantienen la cautela hasta última hora, por la fragilidad que muestra la confianza de los inversores.
Los obstáculos que han tenido que superar estas dos operaciones son muestras del poco apetito de los operadores por las nuevas colocaciones. 'Por el momento es pronto para que las OPV despierten', afirma Ana Maymus, gestora y analista de Sabadell Banca Privada. 'No es la falta absoluta de hace un año, pero aún se ven pocas colocaciones y por motivos muy justificados. Hasta que la economía no dé señales de mejora y las Bolsas consoliden las ganancias no se verá un despertar definitivo', afirma.
La debilidad del mercado de colocaciones ha llevado a muchas empresas a posponer e incluso cancelar su salida a cotizar. Entre ellas, la biotecnológica Ark Therapeutics suspendió en mayo su OPV, valorada en 140 millones de libras. La danesa LM Glasfiber, firma de turbinas eólicas, también dio marcha atrás en sus planes, e Inmarsat, empresa de satélites británica, ha pospuesto en dos ocasiones sus planes. Su rival Eutelsat tampoco cotizará en 2003 como había previsto.