El 24,7% de las empresas españolas con sello ambiental no lo considera eficaz
El 24,7% de las 760 entidades que contestaron a la encuesta de la Fundación Entorno no consiguen percibir la utilidad que tiene para el negocio la incorporación de herramientas para controlar el impacto negativo de su actividad en el medio ambiente. Este sentimiento ha empeorado, ya que este porcentaje era más reducido, el 21,3%, en la encuesta realizada en 2001 por esta misma organización.
La directora general de la Fundación Entorno, Cristina García-Orcoyen, avanzó ayer en Bruselas estos resultados (que se recogerán en su informe para 2003-2004) con motivo de la celebración del décimo aniversario de la aprobación del reglamento comunitario que regula el registro de empresas adheridas al sistema de ecogestión y ecoauditoría (EMAS).
Incluso cuando los empresarios reconocen los beneficios de haber incorporado a sus procesos los preceptos de la norma internacional ISO 14001 o los mucho más exigentes requisitos de EMAS, manifiestan una menor satisfacción que hace dos años. Así, el 37,8% de los encuestados reconocen haber logrado disminuir el consumo de materias primas y el 39,8%, que han conseguido ahorros significativos de su gestión de residuos, vertidos y emisiones. En ambos parámetros retrocede más de un punto su percepción positiva respecto a los resultados de 2001.
Influencia en las ventas
Curiosamente, la influencia positiva de estas herramientas de ecogestión sobre las ventas, que hace dos años sólo reseñó el 3,2% de los encuestados, ahora la aprecia el 8,4%. En cambio, no parecen contribuir al aumento de la producción, que sólo señalan el 1,1%.
El desencanto concuerda con las conclusiones un revelador estudio europeo que coordinó la Universidad de Sussex y que apenas tuvo difusión (www.environmental-performance.org). Para cinco de los seis sectores industriales analizados, los estudiosos se confesaron incapaces de apreciar los beneficios para al medio ambiente de la actividad de una instalación que se rige por un sistema de gestión ambiental respecto a otra que no lo hace.
Tan difícil parece percibir las bondades de la ecogestión que quizá por ello sean tan pocas las entidades que optan a registrarse en EMAS. En lo que va de año sólo se han adherido 24 empresas, aunque el año pasado crecieron las inscripciones un 54,6% respecto a 2001, hasta 269 compañías. El incremento interanual de las 3.228 firmas con certificado ISO 14001 es similar (56,4%).
Aunque esta certificación puede servir como un primer paso para adherirse a EMAS, la reticencia española para acogerse al sistema de reconocimiento europeo se debe, en parte, a la exigencia de que un auditor independiente verifique la declaración medioambiental de la empresa candidata. Además, EMAS obliga a publicar los resultados de las auditorías.
Alemania es el único país en el que el sistema europeo goza de más prestigio y difusión que ISO. El sector hotelero español acapara el 37% de las adhesiones españolas a EMAS, que lo utilizan de reclamo para el turista alemán.