El abstencionismo, ganador en México
En las elecciones federales realizadas el domingo el gran triunfador fue el desencanto ciudadano. Así lo indica claramente el índice histórico de la abstención: cerca del 60% de los ciudadanos dieron la espalda a las urnas (...).
Los institutos políticos y las dependencias oficiales de todos niveles y adscripciones gastaron miles de millones de pesos en convencer a la sociedad de las bondades y la necesidad de un acto ciudadano -el sufragio- que había sido desprovisto de sentido real (...). Esta desangelada elección constituye un grave revés para la democracia, para las instituciones y para el futuro político del país. Por ello, más que analizar los resultados arrojados (...) habría que plantearse la necesidad de emprender una reforma política, legal, institucional y electoral (...).
Con esas cifras, no hay motivos para el triunfalismo de los liderazgos partidarios ni para felicitaciones por la madurez democrática (...).