Inteligencia en la cocina
Las ventas de electrodomésticos con conexión a Internet no despegan. Aun así, los fabricantes de frigoríficos o lavadoras siguen apostando por máquinas cibernéticas
Imagínese un frigorífico que abre y cierra sus puertas cuando usted se lo pide de viva voz mientras tiene las manos ocupadas. Y que, además, le va advirtiendo de lo que tiene dentro y le avisa cuando alguno de los alimentos caduca. Este electrodoméstico, que parece de ciencia-ficción, ya existe. Su inventor, Electrolux, lo dio a conocer la semana pasada en la Ciudad del Gusto, en Roma. Ahora, esta compañía, que comercializa las marcas Zanussi y AEG, entre otras, se está dedicando a enseñar esta joya de la cocina a grandes cadenas de alimentación, hoteles y restaurantes.
La cibernevera no es doméstica, sino profesional. Aunque la previsión de la firma es tener una versión casera en dos años, cuando el precio de este sofisticado electrodoméstico pueda estar al alcance de los bolsillos de muchas personas. El nuevo frigorífico se conecta a Internet y permite ir reponiendo su contenido bajo el sistema just in time. ¿Cómo funciona? El electrodoméstico lee lo que tiene almacenado en su interior gracias a unos microchips que van pegados en el envase de los alimentos y que pueden ser leídos por una señal de radio cuando se introducen o extraen del frigorífico. 'De este modo, todo está registrado, y cuando alguien saca un producto y queda agotado, el frigorífico manda un e-mail al proveedor para que mande una nueva carga', explica Annibal Pepe, director de comunicación de la compañía para el sur de Europa.
Junto a este frigorífico inteligente, Electrolux desveló otras sorpresas domóticas. Por ejemplo, la nevera MMS, que en menos de un año estará en el mercado europeo y que ayudará a los más olvidadizos a hacer la compra. 'Si no recuerdas cuando estés comprando si tienes huevos o verduras frescas para la sopa de esta noche, puedes entrar en tu frigorífico, tomar una foto de su contenido y ver lo que falta a través de tu teléfono móvil', cuenta un portavoz de la compañía.
'Los jóvenes que están en simbiosis con Internet aceptarán los electrodomésticos con conexión a la Red como una evolución natural', dice Electrolux
También las lavadoras de esta empresa empiezan a acostumbrarse a hablar y a escuchar. Electrolux introdujo recientemente en India la primera lavadora del mundo que habla: Talky Washy informa a su dueño de cómo conseguir la colada perfecta. En Roma, la compañía de electrodomésticos mostró un prototipo de lavadora controlada por voz, lo cual evitará que las personas deban aprender a manejar complejas combinaciones de teclas para encontrar los programas correctos a la hora de lavar.
Junto a Electrolux, prácticamente todas las marcas que fabrican electrodomésticos han volcado su ingenio en la creación de equipos inteligentes que faciliten el quehacer doméstico. Merloni (Ariston), Samsung, LG, Fagor o Whirlpool... tienen neveras con conexión a Internet, que pretenden convertir en el centro de las comunicaciones de la cocina, ya que suelen ir equipados con pantallas táctiles, como el e-frigorífico de LG, que permiten descargar archivos MP3 o ver la televisión.
Sin embargo, este esfuerzo innovador y de inversión (esta última compañía ha invertido más de 15 millones de dólares y unos tres años en desarrollar la citada nevera y Electrolux dedica el 1,5% de sus ventas netas a I+D) no se corresponde con la demanda. La pregunta que se formula mucha gente es: ¿quién conoce a alguien que se haya comprado un frigorífico o un microondas con Internet? ¿Para qué lo quiero?
'Todavía no podemos decir que exista una verdadera demanda', reconoce Claudio Cenedese, director de desarrollo de Electrolux. 'Internet está viviendo su primera fase, pero la tendencia muestra una escalada real. El concepto de casa automática está empezando a ser más y más real. A corto plazo las personas controlarán de manera remota la calefacción, el aire acondicionado, la luz, el riego automático y, por supuesto, los electrodomésticos', subraya.
Según Cenedese, su compañía no tiene productos para el 'mercado global', pero tampoco 'nuestros competidores', dice. Electrolux tiene sólo alguna iniciativa local como Live-in, un sistema interactivo de control electrónico centralizado en la cocina. Su función principal es conectar a los electrodomésticos en red para poder controlarlos desde un ordenador que se pueda programar desde un móvil. El Live-in gestiona el funcionamiento del frigorífico, el lavavajillas y la lavadora, y avisa a sus propietarios si se detecta algún fallo o irregularidad.
'Mi opinión es que los jóvenes viven en simbiosis con las tecnologías de Internet y aceptarán los ciberelectrodomésticos como una evolución natural de la tecnología. La tendencia es estar siempre online. Conozco muchas personas que están contratando ADSL para tener una conexión permanente a Internet. Para esta generación será natural estar en conexión con cualquier cosa, también con su frigorífico', sentencia Cenedese. ¿Y por qué?, se pregunta: 'Pues por varias razones: para saber, por ejemplo, qué tienen en la nevera durante la compra en el supermercado o para cambiar el programa del horno y ponerlo en marcha estando en la oficina'.
Precios altos y poca banda ancha, las barreras
Los electrodomésticos con conexión a Internet apenas si se venden en la actualidad. Las razones para que así sea son múltiples. El precio sigue siendo, de momento, uno de los mayores frenos. Por ejemplo, el coste de un frigorífico que, además de conectarse a una red domótica, tenga funciones de televisión y acceso a Internet a través de un ordenador que lleva incorporado, puede incrementarse unos 2.000 euros comparado con un frigorífico tradicional.Pero el precio no es el único handicap. Hay otros de igual o más importancia. Para empezar, los potenciales clientes deben entender qué valor les aporta comprar este tipo de ciberelectrodomésticos, algo hoy por hoy difícil de valorar, porque no hay detrás proveedores que ofrezcan servicios y contenidos interesantes, explica Fernando Valdivielso, director de la división de estrategia de negocio de Samsung Electronic Iberia. 'La idea es que una persona se pueda conectar a una web desde la que un señor en la pantalla del electrodoméstico le diga cómo preparar una receta con los alimentos que tiene', añade.Este tipo de servicios podría animar el mercado, en opinión de Valdivielso, quien destaca otros problemas a resolver. 'Los hogares deberán tener banda ancha hacia el exterior, precisamente para aprovechar ese tipo de servicios'. De ahí que se crea que serán los grandes operadores quienes dinamicen la demanda, ya que ellos venden conectividad y servicios de valor añadido.Los fabricantes de electrodomésticos han entendido, tras cinco años desde los primeros lanzamientos de estos equipos de cocina inteligentes, que el usuario 'verá el valor si tiene varios electrodomésticos conectados entre sí y con el exterior', subraya el directivo de Samsung. Que pueda, por ejemplo, chequear el aire acondicionado desde la nevera.Pero, para eso, el hogar deberá tener una pasarela residencial (una especie de descodificador), que encarece la solución, pero que es imprescindible para coordinar las comunicaciones dentro de la casa y hacia fuera, y para dar seguridad a las mismas. Estas pasarelas, que están en estado embrionario, deberán tener, tecnologías abiertas para que cualquier aplicación o servicio pueda ser utilizado en electrodomésticos de cualquier marca.