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Seguridad

Tecnologías contra los robos estivales

Las empresas de vigilancia recomiendan duplicar estos días el personal y apoyarlo con sistemas de alarma de infrarrojos, microondas o videosensores.

La estampida estival de los centros de trabajo a los lugares de veraneo es un caldo de cultivo idóneo para que se cometan robos o daños en las oficinas y fábricas que quedan medio desiertas. Las empresas de seguridad recomiendan a sus clientes que durante estas fechas dupliquen el personal apostado en las garitas de seguridad. Pero estos profesionales deben apoyar su trabajo en sistemas electrónicos de alarma y comunicación.

Así, el equipo humano de vigilancia ha de contar con un sistema de alarmas y de cámaras que le avisen de cualquier intrusión no deseada y con comunicación inmediata con una central, que analice la situación y avise, de ser necesario, a las fuerzas de seguridad más cercanas. Este paso intermedio es necesario, ya que a la tercera falsa alarma a la que tenga que acudir Policía o Guardia Civil, la empresa puede ser sancionada.

Las alarmas utilizan tecnologías de infrarrojos, microondas o videosensores para detectar la entrada de personas, bien por el calor que desprende su cuerpo, su volumen de agua, su peso o su movimiento. Sus precios varían desde 180 hasta 90.000 euros por unidad. Para la comunicación entre el sistema de alarmas y la central de seguridad se utiliza la instalación de telefonía fija, la tecnología GSM o la radiofrecuencia.

En general, se suelen instalar al menos dos de estos métodos para evitar la desconexión del sistema mediante un sencillo corte o bloqueo del par de cobre, una operación complicada en las ciudades, pero sencilla en las zonas rurales o parques empresariales aislados. Por su parte, las centrales de alarmas deben cumplir una serie de normas obligadas por ley y que incluyen planes para seguir operativas en caso de corte de suministro eléctrico u otro tipo de sabotaje.

En algunos sistemas, cuando la alarma salta se activa la grabación, por lo que todo lo que ocurra queda registrado, facilitando la identificación y persecución de los agresores. En algunos casos, el cliente accede a las imágenes, en directo o en diferido, desde un ordenador personal con una aplicación especial. La tendencia es que una única empresa se encargue de instalar y gestionar los servicios de seguridad.

æpermil;stas diseñan un plan de seguridad, contemplando las posibles intrusiones que se pueden acometer y cómo se pueden evitar. En primer lugar se realiza una protección perimetral (los sensores van colocados en la capa exterior del local protegido, es decir, en ventanas, puertas y otras zonas de acceso) y volumétrica (protegen el interior del local y se activan cuando las instalaciones quedan vacías). Después se controla su calidad y fiabilidad y se conecta todo el sistema a la central receptora de la propia empresas. Allí, un equipo de profesionales vigila 24 horas al día, 365 días al año, y es capaz de interpretar, analizar y ejecutar las medidas de protección y emergencia previstas, en el caso de que se detecte una intrusión.

'Desde hace cuatro años, las empresas españolas han ido tomado conciencia de la importancia de establecer un buen sistema de seguridad electrónico y están dedicando parte de sus presupuestos a este fin; gasto que puede variar entre los 12.000 y los 600.000 euros, dependiendo de los servicios y las dimensiones de las instalaciones', explica Juan Carlos Gómez, director gerente de Alfa Beta Seguridad, una empresa española dedicada a la ingeniería de sistemas integrados de seguridad para grandes empresas. 'Entre el 15 de julio y el 30 de agosto, los 34 trabajadores que hay en la central de alarmas detectan más intentos de intrusiones y robos en oficinas y fábricas, especialmente entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana'.

Y también, evitar el ataque de los 'hackers'

Al igual que las instalaciones físicas, la empresa debe proteger sus alojamientos virtuales con un buen plan. La mejor solución pasa por hacer una primera fase de consultoría y estudio de situación, siguiendo con la puesta en marcha de un proyecto concreto. En vacaciones, los hackers son la principal amenaza para la seguridad en Internet. Para prevenir males mayores, los expertos recomiendan establecer un sistema de alarmas. Una buena solución es montar un servidor que haga de cebo, con fallos de seguridad visibles.Así, cuando el hacker entre en el sistema de información corporativo y busque los puntos débiles, acudirá a este servidor.'En la mayoría de las empresas existe una clara falta de concienciación sobre los riesgos de seguridad, aunque varían en sectores como el financiero y el de telecomunicaciones, más avanzados que el industrial', señala José Ignacio Cerrada, director de desarrollo de servicios de Telindus España, empresa dedicada a las soluciones para redes de comunicaciones y seguridad.'Las empresas centran sus esfuerzos de seguridad en los aspectos tecnológicos, mientras descuidan los relacionados con el negocio: formación, concienciación o un plan de alarmas a distancia', concluye.

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