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Unión Europea

La Eurocámara aprueba hoy el folleto único para la emisión de valores

La cotización secundaria en varios países de la UE supone ahora un esfuerzo burocrático y económico que sólo las grandes multinacionales suelen permitirse. Cada país de la Unión Europea mantiene sus propias normas en cuanto a los plazos y condiciones para la publicación del folleto previo a la salida a Bolsa, así como los datos e informaciones que debe recoger ese documento.

Aunque la Unión Europea cuenta desde 1980 con normas sobre el reconocimiento mutuo entre los reguladores, lo cierto es que las compañías se ven obligadas a presentar varias veces la misma documentación ante cada una de las autoridades bursátiles, cuando no se topan con exigencias añadidas a las que encontraron en su país de origen.

Una nueva directiva europea, cuyo texto se vota hoy en Estrasburgo, armonizará todas las normas relativas a la publicación, control y difusión del folleto para la emisión de valores. Las compañías, con independencia de su país de origen, podrán incluso elegir la autoridad bursátil ante la que tramitarán la documentación, lo que puede introducir una saludable competencia entre los diversos reguladores para adoptar un mecanismo de autorización ágil y transparente. Para que la rivalidad no degenere en relajación de las normas, la ley comunitaria fija los requisitos mínimos que deberá cumplir un folleto para beneficiarse del pasaporte europeo.

El prospecto constará al menos de un documento pormenorizado con la información sobre el emisor y los valores ofertados que el potencial inversor puede necesitar para decidir si acude a la oferta pública.

Se acompañará, además, un resumen en lenguaje lo más llano posible y sin exceder las 2.500 palabras. En él se indicará sucintamente el historial y perspectivas financieras del emisor, la identidad del cuerpo directivo, de los consejeros y auditores de la empresa y las estadísticas y calendario de la oferta.

Cuando aún no se pueda detallar el precio final de la oferta ni el número de acciones disponibles para el público, se precisarán, al menos, los criterios objetivos con que se adoptarán esas decisiones. La información contenida en el prospecto deberá actualizarse anualmente.

Conflictos

La armonización del folleto ha necesitado un largo regateo legislativo hasta llegar a esta versión final. El posible impacto de la norma en las pequeñas y medianas empresas que sólo captan capital en el mercado bursátil más cercano, la liberta de elegir regulador y el idioma de publicación del folleto han sido los puntos más conflictivos de la directiva.

Las enmiendas finales aprobadas por el Parlamento eximirán de las obligaciones de la directiva a los emisores de bonos por un valor inferior a 50 millones de euros anuales y a las ofertas que se dirijan a menos de 100 inversores potenciales. Las pequeñas entidades de crédito y las emisiones muy especializadas quedarán así exentas del rigor de la directiva.

Se ha ampliado, por el contrario, la capacidad de elegir autoridad bursátil. Los ministros de Economía de la UE deseaban restringir esa posibilidad a los emisores de bonos por un valor superior a los 5.000 euros, pero el Parlamento Europeo ha reducido esa cifra a 1.000 euros.

En cuanto al idioma de publicación, se deja libertad de elección para las emisiones transfronterizas que no afecten al país de origen de la empresas. Es decir, una empresa española podrá publicar un folleto sólo en inglés si la oferta no se dirige a los mercados nacionales; en caso contrario, también deberá ser en español.

A un paso de la integración de los mercados

La directiva para armonizar los folletos de oferta pública de valores forma parte del plan de servicios financieros puesto en marcha en el año 2000. El objetivo era integrar antes de 2005 los mercados bursátiles, bancarios, aseguradores, de capital riesgo y de fondos de pensiones e inversión.La aprobación del folleto único esta semana en la sesión plenaria del Parlamento Europeo deja esa meta al alcance de la mano. Pero dos de las piezas legislativas restantes, la directiva de opas y la de servicios de inversión, pueden hacer encallar todo el proyecto. Frits Bolkestein, comisario de Mercado Interior y encargado de espolear el plan, insiste en que Europa perderá las ventajas de una integración de los mercados financieros si todas las normas necesarias no entran en vigor al mismo tiempo.La directiva de opas está estancada por las diferentes tradiciones del derecho de sociedades en los países de la UE. Alemania y algunos países nórdicos consideran innegociable el blindaje de sus empresas. La directiva de servicios de inversión enfrenta a partidarios y enemigos de la llamada internacionalización de las operaciones bursátiles. Este mecanismo permitiría a las grandes firmas de inversión negociar los títulos al margen de las Bolsas. La Federación Europea de Cajas de Ahorros advirtió ayer que el capital se concentrará en los valores de mayor liquidez si se admite esa posibilidad, amenazando la capacidad de financiación de las pequeñas empresas.

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