El delicado juego de Alan Greenspan
¿Era realmente necesario que la Reserva Federal recortara los tipos, van 13 desde 2001, por otros 25 puntos básicos? Probablemente no. La economía está mostrando signos de mejoría y en los mercados hay una impresión parecida, la confianza de los consumidores aumenta los resultados empresariales también mejoran y la estabilidad se incrementa en la situación geopolítica. Con una política fiscal increíblemente perdida, un dólar débil y con bajos tipos de interés, las condiciones económicas no llamaban a otra rebaja.
En la defensa de Greenspan hay que decir que no parece que estemos pasando una etapa económica normal. Cree que la deflación, que ha paralizado Japón por una década, amenaza ahora la prosperidad de Estados Unidos. La deflación le asusta porque EE UU tiene poca experiencia en luchar contra ella. Así que trata de prevenir su llegada (...).
Más aún, está llevando al mercado de bonos estadounidense a la idea de que el fantasma de la deflación parará las posibilidades de actuación de la Reserva Federal. El peligro es que la estrategia de Greenspan puede paralizar la recuperación. Y si continúa alertando contra la deflación y prometiendo bajadas de tipos de interés, Greenspan puede dar la idea de que está acorralado.
En todo caso, es comprensible ver el mundo a través de los ojos preocupados de Greenspan. La economía todavía no está en una senda estable de crecimiento y con capacidad de reducir drásticamente el paro. No es un trabajador que haga milagros, pero tiene una sólida experiencia en guiar a Estados Unidos hacia una mayor prosperidad. Esperamos que esté haciendo, otra vez, las cosas bien.