El presidente del Gobierno anuncia que agotará la legislatura
Había expectación en el hemiciclo por escuchar alguna referencia de José María Aznar al proceso de sucesión que abrirá dentro del PP. La única que hubo fue muy tímida y la deslizó el presidente en su discurso inicial poco después de anunciar su intención de agotar la legislatura y convocar a las urnas para el mes marzo. 'El programa que impulso como presidente del Gobierno nunca ha sido un proyecto personal. Es el programa de un partido político que ha merecido la confianza mayoritaria de los ciudadanos en las dos últimas elecciones generales', comentó Aznar.
Los dos vicepresidentes, Mariano Rajoy y Rodrigo Rato, asesoraron permanentemente a Aznar durante la intervención de Zapatero, en numerosas ocasiones facilitándole fichas portadas para la ocasión en carpetas azules donde se resumía la gestión de gobierno en las diferentes áreas.
Críticas
Zapatero apenas si emitió reproches hacia Rajoy y Rato, aunque les rozó en algunos comentarios centrados en la gestión gubernamental de la tragedia del Prestige y en la falta de asunción de responsabilidades por el caso Gescartera. En cambio, no se libró de los ataques del líder de la oposición el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, al que reprochó la 'alta incompetencia' de su departamento en la construcción del tren de alta velocidad a Barcelona y en el mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias.
También hubo recriminaciones de la oposición al ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, próximo candidato del PP en las elecciones catalanas. Zapatero le acusó de haber fracasado en la política de innovación tecnológica y de haberse escudado sólo en la propaganda.
El secretario general del PSOE evitó censurar a la ministra de Exteriores, Ana Palacio, al abordar la 'ruptura de las líneas maestras' de la política exterior y, en concreto, las consecuencias de la guerra en Irak. Todos los reproches se los dirigió a José María Aznar, al que acusó de mentir a los ciudadanos para justificar el conflicto bélico.
Aznar elogió la tarea que realizaron con motivo de la guerra los servicios españoles de inteligencia y pidió a Zapatero prudencia a la hora de comentar la ausencia de armas de destrucción masiva.