Los inversores apuestan por la deuda empresarial ante la falta de alternativas
General Motors finalizó la pasada semana la colocación de bonos por 17.000 millones de dólares, un tercio más de los inicialmente previsto. No ha sido la única empresa que recientemente ha acudido al mercado de deuda para financiarse. Compañías como Xerox, Vodafone, Basf o Parmalat también han emitido bonos. Las empresas europeas han colocado 20.000 millones de euros en la última semana, según Bloomberg.
El entorno de bajos tipos ha animado a muchas compañías a entrar en el mercado de deuda corporativa como medio barato de obtener recursos, y en gran medida para refinanciarse a coste inferior.
Los inversores, por su parte, apuestan por este mercado como opción más rentable que la Bolsa y la deuda pública. Los bajos tipos alcanzados por los títulos que emite los Tesoros más solventes ofrecen muy poco margen, y además comienzan a ser muy sensibles a cualquier distorsión. El recorte de tipos de la Fed, que en principio se pensó pudiera ser de medio punto, y posteriormente se quedó en un cuarto, distorsionó rápidamente el mercado, que debió ajustar las apuestas equivocadas.
La fuerte demanda permite a General Motors colocar la mayor emisión de deuda privada de la historia
En las últimas sesiones, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años ha registrado alzas superiores al 0,2%, hasta situarse cerca del 3,55%, y el alemán ha repuntado hasta el 3,86%.
El rendimiento de los bonos corporativos está también en mínimos. Según JP Morgan, el interés medio de la deuda empresarial europea está en el 4,1%, por encima del 3,91% de la semana pasada, que fue el nivel más bajo desde el inicio de la moneda única. La menor de lo esperada rebaja de tipos en EE UU ha permitido la subida .
En el sector automovilístico, el rendimiento de los bonos de Ford con vencimiento en 2011 ha pasado del 7,85% a principios de año al 6,74% y el de DaimlerChrysler, del 5,33% al 4,96%. Por su lado, la rentabilidad de los títulos de France Télécom con vencimiento en 2011 ha caído hasta el 4,91% desde el 6,53% de enero. Los precios por contra han subido en igual proporción, lo que da idea de las ganancias habidas a medio y largo plazo.
Del apetito despertado por la inversión en deuda empresarial de más riesgo se entiende que 19 empresas con la calificación más baja por Moody's y S&P han emitido deuda este año, el mismo número que en todo 2002.
Como señala Fernando Luque, de Morningstar, además del entorno de bajos tipos, el saneamiento de los balances de las compañías, la mejora de la calificación por las agencias internacionales y la caída de las tasas de impago también han sido claves en la elevada demanda.
Los analistas advierten que esta situación puede cambiar. El aumento de la oferta, si origina problemas de digestión, empujará al alza las rentabilidades y a la baja los precios. La incertidumbre económica también pesa. 'Nos sentimos cómodos con el hecho de que la mayor parte de los emisores están comprometidos en la reducción de la carga de deuda', afirman desde Société Générale. Sin embargo, este banco alerta a corto plazo, del riesgo de deflación y la subida del euro, que puede deteriorar la competitividad de las empresas europeas.
Santiago Forte, economista de la Universidad Carlos III, indica que 'cuando los tipos son tan extraordinariamente bajos, el comprador es el que soporta la mayor parte del riesgo de tipos, ya que a medio y largo plazo la tendencia debe ser a subir, y por tanto, el valor del bono a bajar', explica. 'La calificación crediticia es referencia obligada, pero también su trayectoria. Es decir, no es lo mismo una emisión calificada BBB cuando la empresa lleva años en ese nivel que cuando se alcanza tras sucesivas rebajas'.