Un grupo industrial reorganizado sobre dos pilares
La reorganización del grupo industrial de La Caixa será más profunda que la mera venta del 5% del capital de Endesa. Una de las hipótesis de trabajo que el presidente de la caja, Ricardo Fornesa, baraja actualmente es la creación de un grupo bicéfalo formado por Abertis (que concentrará las actividades de explotación de autopistas y de operador de telecomunicaciones) y por un grupo de energía y servicios conformado alrededor de Gas Natural-Agbar.
El resto de las participaciones agrupadas dentro de CaixaHolding pasarían a ser consideradas financieras y, a largo plazo, podrían ser vendidas como ha ocurrido con el 5% de Endesa, colocado en el mercado a través de una emisión de bonos convertibles. La caja controla actualmente el 12,5% de Repsol, el 3,6% de Telefónica (ambas consideradas estratégicas en las áreas de energía y telecomunicaciones), el 47,9% de Colonial, el 30% de Occidental Hoteles, el 15% de Banco Sabadell y el 3,6 % de Deutsche Bank, entre otras inversiones.
Esta estructura bicéfala permitiría mantener al director general de La Caixa, Isidre Fainé, en la presidencia de Abertis y , como contrapartida, el director general de CaixaHolding, Antoni Brufau, asumiría la presidencia de Gas Natural-Agbar. En este esquema, los puestos de consejeros delegados de ambas compañías corresponderían a Salvador Alemany y José Luis Jové, respectivamente.
El temido límite del 3%
La reorganización del grupo industrial está a la espera de que finalice la actual legislatura y se conozca si el Gobierno fija en el 3% el límite de los poderes políticos de las cajas de ahorro en sus participadas. Esta limitación sería efectiva aunque posean un porcentaje mayor en el capital de la compañía.
Fuentes financieras estiman que limitar los poderes políticos de las cajas por ley es difícil y discriminatorio, pero mucho más factible es que el Banco de España fije unas condiciones de recursos propios a las cajas que hagan inviable el mantenimiento de las participaciones.