La Bolsa de Fráncfort recortará el horario antes de final de año
El horario de la Bolsa alemana -de nueve de la mañana a ocho de la tarde- tiene los días contados. La amplia jornada es el último símbolo de una etapa en la que los mercados europeos soñaban con proyectos muy ambiciosos.
Un portavoz de Deutsche Börse confirmó ayer que están estudiando seriamente la posibilidad de reducir el horario de negociación. La posición del mercado alemán responde a las presiones que ha recibido de la propia industria, que tras más de tres años de crisis y de caída de los volúmenes de negocio considera costoso mantener la actual duración de la jornada.
'No podemos hacer oídos sordos a las peticiones de muchos de nuestros participantes y a la realidad del resto de Bolsas europeas', señaló Alexandra Franz, portavoz de Deutsche Börse en Fráncfort. Franz añadió que aproximadamente el 40% del negocio de la Bolsa de Fráncfort proviene de fuera de Alemania, principalmente del resto de Europa, por lo que tiene poco sentido permanecer con las puertas abiertas cuando una parte de la operativa está ausente.
La mayoría de las plazas del Viejo Continente comienzan a operar a las nueve de la mañana y la campana de cierre suena a las cinco y media de la tarde. Entre las grandes Bolsas europeas, sólo la de Milán abría sus puertas media hora más tarde que el resto, aunque desde ayer el mercado italiano comienza la sesión a las nueve.
La iniciativa de reducción de horario en la Deutsche Börse ha sido tomada por Fráncfort, la plaza más importante (con el 98% del negocio) de las seis Bolsas regionales que componen el mercado alemán. Desde este mercado se intenta conseguir un consenso con el resto de plazas regionales para llevar a cabo cuanto antes la reducción de jornada, aunque fuentes de la plaza alemana señalaron ayer que Fráncfort está dispuesta a adoptar de forma unilateral esta decisión si no se consigue un acuerdo. Las mismas fuentes añadieron que el objetivo es recortar las horas de negocio antes de que termine el año.
Cuando el 2 de junio de 2000 Deutsche Börse puso en marcha un nuevo horario, que incluía el cierre de la Bolsa de Fráncfort a las ocho de la tarde, el objetivo era que los inversores pudieran responder a los movimientos de los mercados de EE UU, cuyo cierre no tiene lugar hasta las 10 de la noche, hora continental.
No pasó ni una semana para que llovieran las primeras quejas. Varios sindicatos denunciaron la larga jornada que enfrentaban los empleados de la banca, aunque sus protestas fueron silenciadas por el frenesí que en aquellos momentos vivían los mercados. La lógica de mercado, sin embargo, fue mucho más poderosa. El volumen de operaciones a partir de las seis de la tarde caía hasta en un 90%. Por su parte, las entidades financieras, que al principio se mostraron entusiasmadas con la ampliación de horario, pronto comprobaron que mantener no era rentable. Asimismo, fuentes de la Bolsa de Fráncfort reconocen que los particulares ni se asoman después de las seis. 'Encontrar contrapartida es muy difícil', señalan.
Una iniciativa pionera que otros quisieron copiar
Pese a que la larga jornada de Fráncfort puede parecer ahora descabellada, hace tres años su decisión fue aplaudida por la comunidad financiera. Un horario prolongado parecía entonces una requisito inevitable para defenderse de las plataformas electrónicas alternativas y la amenaza de desembarco de las Bolsas de EE UU en Europa.Asimismo, en plena efervescencia de la burbuja tecnológica, la tendencia apuntada por los expertos era la de un mercado 24 horas apoyado por las diferentes fusiones y alianzas entre plazas bursátiles. En este sentido, la ampliación del horario de Fráncfort allá en 2000 tenía que ser la pauta a seguir por el resto de Bolsas (París, Amsterdam, Bruselas, Londres, Milán, Zúrich y Madrid) que a finales de 1999 firmaron un anteproyecto para unir sus negocios.Fracasada, primero, la alianza de estas ocho Bolsas y, más tarde, una fusión con Londres anunciada a bombo y platillo, Fráncfort fue el único mercado en Europa que insistió en mantener abiertas las puertas hasta las ocho de la tarde.