Rato descarta una burbuja inmobiliaria pero admite que existe un "problema"
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirmó hoy que en este momento no existe una burbuja inmobiliaria, pero admitió que "tenemos un problema que se mantiene" a lo largo de los años. El ministro reconoció además que "la falta de dinamismo" del mercado inmobiliario del alquiler es un "problema".
Durante su comparecencia ante la comisión de Economía del Congreso, Rato consideró que el actual incremento de los precios es comparable al registrado en otras fases alcistas y lo explicó, principalmente, por la falta de dinamismo del mercado de alquiler, cuya oferta se ha reducido desde 1980. Igualmente, apuntó que existen diversos factores que explican el aumento del precio de los inmuebles, como variables demográficas ligadas principalmente a la inmigración, así como el incremento del empleo, la corrección de los tipos de interés, la "competitividad" del mercado de hipotecas en España y la inversión en viviendas como alternativa a la caída de las bolsas.
Apuntó también la bajada registrada por los tipos de interés, que se une a la elevada competitividad del mercado hipotecario español, y agregó que la vivienda se ha convertido en los últimos años en una inversión alternativa a los mercados bursátiles. Rato subrayó que no se ha producido una limitación de la oferta, ya que entre 1997 y 2002 se han construido 470.000 viviendas anuales y reiteró que el nivel de endeudamiento de las familias españolas es similar a la media europea.
El ministro insistió en que "hay que tranquilizar a la opinión pública" sobre la evolución del mercado inmobiliario y confió en la moderación de la "muy poderosa" demanda actual. Para combatir el encarecimiento, se mostró partidario de alcanzar un pacto político para elevar la oferta de suelo y señaló que el Gobierno ha introducido medidas para potenciar la vivienda en alquiler, como incentivos fiscales y modificaciones legales para mejorar la seguridad jurídica en dicho mercado.
Por su parte, el portavoz de economía del PSOE, Jordi Sevilla, criticó el actual modelo económico, en el que las familias se están hipotecando "como nunca" y los especuladores se enriquecen "también como nunca". Además, el diputado de CiU Josep Sánchez i Llibre, abogó por "un pacto de estado" entre todas las fuerzas políticas y las administraciones para lograr un parque público de viviendas de alquiler.
El pasado 6 de junio, el Gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, negó también que existiera una burbuja especulativa en el mercado inmobiliaro español, aunque sí reconoció que el precio de las viviendas estaba algo sobrevalorado. Caruana, admitió no obstante, que existía una sobrevaloración de los precios de la vivienda, ya que estaban por encima de sus determinantes demográficos, de renta o de tipos de interés.
Asimismo, el consejero delegado de Afi, Emilio Ontiveros señaló recientemente, que el proceso de apreciación de los activos inmobiliarios no formaba parte de una ¢burbuja especulativa¢ y, por tanto, no había riesgos de que ésta se pinchara.
Un estudio de 'The Economist', señaló que la mayoría de los países avanzados padece una burbuja inmobiliaria. Lo que prevé la revista para un futuro próximo es una corrección sustancialmente mayor, lo que afectaría muy seriamente al gasto de las familias y podría dañar la solvencia de los bancos.
Fortaleza de la economía
Durante su comparecencia, Rato incidió en la fortaleza de la economía española y auguró que en los próximos meses mantendrá su tasa de crecimiento y de creación de empleo, con una tendencia a la aceleración basada en el dinamismo de la demanda interna, que le parece "perfectamente sostenible".
El vicepresidente valoró especialmente la evolución de la inflación en los últimos meses, que ha llevado al IPC a su nivel más bajo desde diciembre de 2001, con un diferencial con la zona euro por debajo de un punto que resulta "mucho más sostenible".
El ministro indicó que el Gobierno revisará el próximo mes de julio su previsión de crecimiento para este ejercicio, del 3%, teniendo en cuentas las revisiones hechas por los organismos internacionales. Rato dijo que "indudablemente" la tasa de aumento del PIB español tiene que adaptarse a los cambios de expectativas del comercio mundial y de la economía de la UE, pero subrayó que no se modificarán las previsiones de creación de empleo, de precios y de déficit público.