FCC se decide a crecer en España apoyada en su elevada liquidez
La junta general que hoy celebra FCC coincide con el primer aniversario del nuevo acuerdo estratégico firmado entre la primera accionista de la empresa, Esther Koplowitz, y Vivendi Environnement (ahora denominada Veolia), que vino a reemplazar el inoperativo pacto anterior con la matriz Vivendi.
Esta alianza desbloqueó la toma de decisiones y definió el campo de juego de la todavía primera empresa de construcción y servicios del país, basado en el desarrollo de la construcción, los servicios y el cemento.
En estos 12 meses, FCC ha consumado la fusión con Valderrivas, que le ha permitido elevar su participación en el beneficio del negocio cementero. Otro de los hechos relevantes, aunque ya en el ejercicio 2003, ha sido su entrada en la puja por la Empresa Nacional de Autopistas, dentro de su apuesta por el desarrollo del negocio de las concesiones. FCC se alió con Acciona ante el exigente precio mínimo fijado por parte del vendedor, la SEPI, pero finalmente el adjudicatario de la empresa fue Sacyr, que realizó la oferta más alta.
Otros hechos relevantes del ejercicio 2002 son la creación de una nueva cabecera para desarrollar su presencia en el negocio del handling de aeropuertos, Flight Care, la constitución de otra para el negocio del agua, Aqualia, y de una tercera para la actividad de residuos industriales.
La nueva vocación de crecimiento de FCC, dentro de un sector que vive un proceso de concentración acelerado (ACS-Dragados, Sacyr- Vallehermoso, Ferrovial-Amey), ha quedado patente al presentar oferta no vinculante para comprar uno de sus grandes competidores, Cespa, la tercera empresa de servicios de limpieza del país, cuyo precio ronda los 500 millones. FCC tiene liquidez y Cespa fortalecería aun más la posición del grupo en recogida y tratamiento de residuos sólidos urbanos, y le aportaría negocio en el campo citado de los residuos industriales y en reciclado de residuos urbanos.
En cuanto al balance del ejercicio 2002, la fusión con Portland Valderrivas y el consiguiente aumento de participación en Cementos Portland han rendido frutos inmediatos a FCC.
El grupo ha cerrado el ejercicio con un beneficio neto de 273 millones de euros, el 13,3% más respecto al año anterior, gracias en buena medida a la mayor proporción lograda en los beneficios de esa cementera.
Sin este efecto, y tras provisionar sus posiciones en Latinoamérica y en telecomunicaciones, el resultado neto del grupo hubiera repuntado el 2,5%. La cifra de negocio fue de nuevo la más alta del sector, 5.497 millones, tras repuntar el 6,3%.
FCC vuelve a incrementar el dividendo total con cargo al ejercicio, en concreto, el 15%, hasta alcanzar los 0,55 euros por título.