La ONU alerta de que la Ronda de Doha está al borde del colapso
La Comisión de Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (Unescap) advirtió ayer que la ronda de liberalización comercial de Doha 'corre un riesgo serio de colapso', debido a la larga serie de plazos acordados que ya se han incumplido.
'Los plazos incumplidos erosionan la confianza y la credibilidad del proceso de negociación', advirtió el secretario general de Unescap, Kim Hak-Su. 'Si el colapso de las negociaciones se extiende a cada uno de los compromisos, los países en desarrollo verán reducidos sus ingresos reales 32.000 millones de dólares, mientras que las naciones industrializadas experimentarán un descenso de 27.000 millones de dólares', añadió Kim.
La advertencia del organismo asiático de la ONU coincidió con las impresiones del director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el tailandés Supachai Panitchpakdi, que ayer avisó de que el retraso en las negociaciones puede recargar peligrosamente la agenda de los ministros en la reunión de Cancún (México), prevista para el próximo mes de septiembre. Supachai abogó por una conclusión exitosa y a tiempo (para el 1 de febrero de 2005) de la ronda de Doha.
Los mayores incumplimientos se han dado en temas de interés para los países en desarrollo, como la liberalización del comercio agrícola, el acceso a los medicamentos o el trato especial diferenciado.
Supachai participó ayer en un simposio sobre liberalización organizado en la sede de la OMC en Ginebra. El director del organismo reiteró su convicción de que las dificultades que atraviesa la economía mundial obligan a estimular aún más una significativa liberalización del comercio global.
Supachai citó las estadísticas del Banco Mundial que afirman que la eliminación de las barreras al comercio de mercancías entre países industrializados y países en desarrollo generarían una riqueza adicional entre 250.000 y 600.000 millones de dólares anuales. Este dinero iría mayoritariamente a los más ricos, los más reticentes a levantar las barreras.
Las dificultades de la PAC
Una de esas barreras a levantar es la política de subsidios agrarios que se aplica en Europa. La Comisión Europea quiere adelgazar el ingente gasto de la política agraria común (PAC), que actualmente se lleva casi la mitad de los aproximadamente 100.000 millones de euros que constituyen el presupuesto comunitario. Pero el camino de la reforma está resultando de lo más espinoso. El Gobierno francés reconoció ayer que va a ser 'muy difícil' que la UE llegue a un acuerdo sobre la reforma de la PAC, según manifestó ayer el ministro francés de Agricultura, Hervé Gaymard.
El ministro advirtió que el acuerdo sólo será posible con tres condiciones: que no haya bajada de los precios agrícolas, que no supriman totalmente la vinculación de las ayudas a la producción y que el acuerdo no sea cuestionado en la próxima reunión de la OMC.
El presidente francés Jacques Chirac ya dejó claro el viernes pasado que Francia se negará 'a pagar dos veces, una en junio, tras el acuerdo, y otra en Cancún', al tiempo que defendió con firmeza la actual política agraria europea, pues es 'buena' y 'no supone un riesgo para la agricultura de los países en desarrollo'.
Los ministros de los Quince reanudarán hoy en Luxemburgo las negociaciones sobre la PAC. El ministro español, Miguel Arias Cañete, estaba ayer convencido de la posibilidad de éxito de las negociaciones: 'Ya no estamos ante la propuesta inicial de la Comisión que preveía vincular las ayudas a la explotación, en lugar de a la producción y si ésta es lo suficientemente flexible, la semana próxima podremos cerrar un acuerdo definitivo'.
Cañete aseguró que la postura española está respaldada por las propuestas elevadas por Francia y Alemania, mientras que espera aproximar posiciones con Italia en relación con los frutos secos y arroz.