Italia impulsa un plan para duplicar la inversión en infraestructuras
Italia ha convertido el plan de financiación de infraestructuras en el punto álgido de su programa económico para la presidencia semestral de la Unión Europea que asume el próximo 1 de julio. 'Es necesario reemprender e incrementar la inversión pública', proclamó ayer el ministro italiano de Economía, Giulio Tremonti, durante la presentación de una propuesta que pretende elevar la participación del Banco Europeo de Inversiones en grandes obras públicas. Italia espera que el resto de socios comunitarios respalde el plan en la próxima cumbre de primeros ministros en Salónica (19 y 20 de junio).
'La revitalización de la economía europea debe partir de un programa de inversión en infraestructuras', receta el equipo de la futura presidencia, aunque Tremonti se apresuró a precisar que 'no estamos discutiendo unas hipótesis keynesianas'. El Gobierno de Silvio Berlusconi ya propuso en Italia, tras su llegada al poder, una lista de 15 grandes proyectos, entre los que destaca el puente en el estrecho de Messina para unir la Península con Sicilia, la isla donde la coalición de centro-derecha ganó los 61 escaños parlamentarios en juego.
El plan italiano para Europa gira en torno al Banco Europeo de Inversiones (BEI), el órgano financiero de la UE que ya destina entre 7.000 y 10.000 millones de euros anuales a ese tipo de proyectos. Italia calcula que con la participación del BEI se podrían captar entre 50.000 y 70.000 millones de euros en el mercado para los grandes proyectos de comunicación transfronteriza, tanto por medios tradicionales (carretera, ferrocarril, aeropuertos, etc.) como para redes de nuevas tecnologías (banda ancha, conexiones entre universidades, etc.). Tremonti aspira a que el plan envíe 'una clara señal política a los mercados, destinada a fortalecer la confianza de consumidores e inversores'.
La inversión en infraestructuras en la UE se situaba en los años ochenta en torno al 1,5% del PIB comunitario. Pero desde entonces ha caído muy por debajo del 1%, como consecuencia, en parte, de las obligaciones de rigor fiscal impuestas por la unión monetaria.
El Gobierno italiano asegura que se puede elevar de nuevo el nivel de inversiones sin aumentar la deuda ni el déficit público. 'Las autopistas italianas las financió directamente el mercado hace 20 años sin una sola lira del presupuesto público', recordó Tremonti, como ejemplo de concesión para la construcción de una infraestructura de peaje.
Su plan sugiere, sin concretar todavía, que el Banco Europeo de Inversiones avale o cofinancie grandes proyectos y conceda préstamos con una madurez de 35 años. Tremonti también propone fórmulas de titulización de los actuales activos en infraestructuras para emitir deuda destinada a los futuros proyectos.
El BEI calificó de realista el plan italiano porque parte de instrumentos financieros que se utilizan habitualmente en el mercado. La institución financiera señala que las grandes inversiones en obra pública difícilmente se pueden llevar a cabo sin un respaldo público.
La Comisión Europea también considera 'positiva' la propuesta, pero en sus pasillos se apreciaba cierto resquemor porque Italia se haya apropiado de una iniciativa sobre la que el organismo trabaja desde hace meses.
La comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, presentó en abril un documento en el que instaba a la incorporación del capital privado en las grandes obras para la integración física de Europa y señalaba al BEI como uno de los catalizadores para la inversión. Y un grupo de expertos liderado por el antiguo comisario europeo Karel van Miert, con participación del BEI, ultima la lista de proyectos prioritarios para las próximas décadas y presentará sus conclusiones el próximo 30 de junio.
La financiación necesaria se calcula en al menos 500.000 millones de euros. Se espera que entre las prioridades del mismo se incluya la conexión de España con Francia y Portugal por tren de gran velocidad.