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Inmobiliario

Andalucía atrae una inversión de 215 millones en 36 nuevos campos de golf

Agotadas las posibilidades de vender casas en primera línea de playa, los promotores empezaron a explorar en Andalucía el potencial que podía tener la venta de apartamentos en primera línea de golf, no ya tanto por el interés inicial que ofrecía una afición deportiva de minorías, como por el atractivo para la comercialización que reportaban los espacios verdes y abiertos de estas instalaciones.

El éxito fue rápido y tras el despegue del turismo residencial que ha llevado a millares de golfistas a las costas andaluzas ha cobrado dimensiones orbitales, hasta el punto de que en este momento hay en proyecto 36 nuevos campos de golf en la región, a sumar a los 79 operativos.

La inversión prevista sólo en los espacios deportivos supera los 215 millones de euros, cantidad a la que se suman los millares de viviendas turísticas y más de una docena de hoteles que contemplan los proyectos.

'Los campos de golf son un motor para vender casas, son la guinda de cualquier promoción', argumenta Jaime Bosh, responsable del comité comercial de la Federación Andaluza de Golf.

Pero el golf no ha resultado ser sólo un atractivo para la comercialización inmobiliaria, sino que ha despertado interés en sí mismo: el número de turistas que atraídos por el golf se desplazan cada año a la Costa del Sol, que concentra el 53% de los campos andaluces, se sitúa en torno a las 300.000 personas.

Y las bondades no quedan aquí. El golfista gasta al día por encima de los 120 euros, frente a los 38 del turista convencional. Además, la temporada alta del golf empieza en noviembre, justo cuando el negocio del sol y playa está bajo mínimos. También se trata de un visitante fiel, que repite en más del 80% de los campos.

Todos estos ingredientes han desembocado en la aparición de los resort, o sea, complejos con viviendas, hoteles y campos.

Costa del Golf

La mayor parte de los nuevos proyectos se ubican en lo que ya se conoce como Costa del Golf, que se extiende entre Málaga y Cádiz. Concretamente en la Costa del Sol hay previstos 16 nuevos campos y en el litoral gaditano 15.

Esta aglomeración de complejos golfísticos, a juicio de la Federación de Golf de Andalucía, no sólo no conlleva riesgo de saturación, sino que 'son necesarios, buenos y se ajustan a la demanda', en opinión de Jaime Bosh. Ramón Dávila, presidente de Promotur, organización que integra a promotores turísticos y deportivos, estima que los proyectos en curso, algunos aún en fases preliminares y pendientes de permisos administrativos, 'convertirán Málaga en el destino de golf más importante de Europa continental', al tiempo que ayudará a posicionar Cádiz en esta actividad.

En este sentido, el Patronato de Turismo de la Costa del Sol calcula el impacto económico global del turismo de golf por encima de los 780 millones de euros. El sector, además, mantiene 1.000 empleos directos.

El reto al que se enfrentan ahora los promotores, según Dávila, es conseguir 'buenos campos comerciales, ambientalmente sostenibles y con precios competitivos', así como instalaciones con los usos deportivo, residencial y hotelero muy equilibrados.

Las oportunidades de negocio que ofrece la vivienda orientada al golf no han pasado inadvertidas a empresarios procedentes de otras actividades y países. Desde Tomás Pascual, que a través del grupo La Quinta, fue un pionero en la Costa del Sol, hasta la familia Ballvé, de Campofrío, que actualmente busca suelo en Cádiz para un complejo de golf, o compañías extranjeras como Landmark que acaba de desembarcar de mano de los Mora Figueroa.

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