Londres propone un plan para acotar los excesos salariales de los directivos
El Gobierno británico ha abierto un periodo de consulta con compañías, asociaciones de accionistas, sindicatos y otros grupos de presión para analizar el mejor modo de reducir las retribuciones a los directivos y consejeros cuando salen de las compañías. La propuesta incluye limitar el periodo a contabilizar para calcular las indemnizaciones en caso de marcha del directivo a un año, independientemente del tiempo transcurrido desde la firma del contrato. De esta forma, cada año se evaluaría la evolución de la compañía y el papel jugado por los directivos. La propuesta no afecta a los salarios o los bonus retribuidos.
De aquí a septiembre, el Gobierno debatirá con los agentes económicos si el mejor camino para limitar los excesos sería un cambio de las leyes o bien plantear nuevos códigos de buen gobierno.
Activismo
La elaboración de este documento se ha producido tras el creciente activismo de los accionistas contra los pagos excesivos y elevadas indemnizaciones de los ejecutivos, incluso en los casos de compañías cuyas acciones han sufrido un fuerte castigo en Bolsa han tenido que despedir trabajadores o han estado al borde de la quiebra.
'En los últimos meses, hemos asistido a un debate público y creciente preocupación por el pago de generosas compensaciones a los directivos que salen de las compañías, particularmente en los casos donde la empresa ha tenido una mala evolución', explica Hewitt en el informe.
El documento incluye la declaración de una asociación de fondos de pensiones en el que se considera 'inaceptable' que la caída de una empresa, que reduce el valor para los accionistas y pone en peligro los empleos, suponga un pago millonario para los directivos que la provocaron.
Los inversores han obtenido este año el derecho de votar sobre las remuneraciones a los directivos. El pasado mes, GlaxoSmithkline se convirtió en la primera compañía cuyos accionistas rechazaron la política de salarios a los directivos, después de protestar porque su consejero delegado, Jean Pierre Garnier, recibiría hasta 28 millones de dólares si fuera despedido. En HSBC, casi el 15% de los accionistas votaron las pasada semana en contra de un paquete de 37 millones de dólares para el ejecutivo William Aldinger, pero el acuerdo de paga de tres años fue finalmente aprobado.
Tesco ha recibido también fuertes presiones para reducir de dos a un año el periodo de pago pactado con los ejecutivos en caso de su salida. La compañía reducirá este periodo en los nuevos contratos, no en los ya existentes.