¿Salto al Ibex?
En la próxima reunión del 11 de junio el Comité Asesor Técnico del Ibex estudiará las variaciones a introducir en la composición del índice, teniendo en cuenta el volumen de contratación y la ponderación media de los valores de la bolsa española durante el periodo que abarca los seis meses anteriores al 31 de mayo de este año.
Atendiendo a estos criterios, y si finalmente se produce algún cambio, Corporación Mapfre tiene las mayores posibilidades de retornar al selectivo. Aun cuando en un principio se pensó que podría sustituir a Zeltia, después de la reciente OPA de Telefónica lo más razonable es que el Comité espere el resultado de esta operación para dar entrada a la aseguradora en el lugar de Terra.
El reducido tamaño del sector seguros en la bolsa española, que se limita a Mapfre y al Grupo Catalana de Occidente, contrasta con su importancia en los mercados europeos e internacionales donde es uno de los más significativos.
El 11 de septiembre abrió un bienio negro desde el punto de vista de los siniestros. A los atentados de las Torres Gemelas siguieron una serie de catástrofes naturales como las inundaciones en Centroeuropa y otras que supusieron un punto de inflexión para la mayoría de las compañías, obligadas a asumir millonarias indemnizaciones con el consiguiente impacto en sus resultados y debilitamiento de sus balances. Sin embargo, estos hechos han tenido también consecuencias positivas, ya que les ha exigido una revisión de riesgos de la que han derivado importantes incrementos en las primas de sus pólizas, por lo que desde el punto de vista operativo están en una posición mucho más favorable de cara al futuro.
Pero no sólo la frecuencia y magnitud de las contingencias que han debido afrontar han golpeado duramente a las empresas de seguros, el desplome de los tipos de interés y de los mercados bursátiles han tenido también efectos devastadores sobre sus cuentas. Las aseguradoras han venido invirtiendo los excedentes generados por las primas en los mercados financieros e inmobiliario para obtener unos rendimientos que les permitan compensar las perdidas operativas que se pueden producir, ya sea por la proliferación de siniestros o por una mayor competencia en algunas ramas que obliga a reducciones en precios. Hasta hace unos años, con tipos de interés elevados no tenían dificultades para obtener sustanciosos rendimientos asumiendo pocos riegos. La relajación de la política monetaria en la década de los noventa en EEUU y Europa, hizo que las aseguradoras se viesen obligadas a invertir en valores de mayor riesgo para compensar la escasa rentabilidad de la deuda pública. Una bolsa alcista garantizaba los buenos resultados, pero en los tres últimos años, con los mercados bursátiles en caída libre, han sufrido la continua depreciación de los activos que formaban parte de sus carteras.
Por todo ello y como resultado de su frágil situación financiera, el sector, que hasta hace poco era considerado como refugio en tiempos de crisis, se ha comportado como uno de los más volátiles, protagonizando espectaculares bajadas especialmente intensas en el último año.
Después del duro castigo de sus cotizaciones, el saneamiento de sus balances, la importante mejora del nivel de primas, la recuperación, aunque tímida, de las bolsas, que hará subir el valor de sus activos en cartera, y la disminución de riesgo por el final de la guerra en Irak, ha hecho que algunas compañías del Eurostoox 50, como Axa, Munich Re o Aegon hayan recuperado su atractivo como buenas oportunidades de inversión.
Volviendo a Mappfre, su evolución bursátil ha batido ampliamente al de sus homólogas europeas, acumulando una revalorización anual superior al 15%, que le lleva a cotizar con un PER bastante superior al de la mayoría de ellas y su ratio precio/valor contable ronda 1,35, cuando una buena parte de las grandes aseguradoras de la eurozona tienen un valor en bolsa inferior al de libros.
Este mejor comportamiento hay que achacarlo, además de a la buena evolución del negocio de no vida en España, donde ha ganado cuota y se ha beneficiado de importantes subidas de precios, a una política de inversiones conservadora, menos expuesta a la caída de los mercados.
Durante el primer trimestre de este año ha mantenido la buena trayectoria, con un crecimiento de los ingresos del 7,6% y del beneficio neto del 19,6%, apoyado por los extraordinarios obtenidos en la venta de su filial de pensiones en México.
A pesar de los riesgos que presenta su exposición a Latinoamérica, en nuestro país su progresión es buena y cuenta con la oportunidad de adjudicarse la totalidad o parte de la aseguradora estatal Musini, en proceso de privatización. No obstante, y aunque una hipotética entrada en el Ibex desataría las compras de los fondos que replican al índice, los niveles a los que cotiza hace que veamos mejores oportunidades en otras aseguradoras de la zona euro, con precios realmente bajos después de la corrección que han sufrido.