En Cantabria ya no hay minas
Esta semana está siendo un poco rara para José Luis Gil, de 54 años y consejero de Medio Ambiente del Gobierno cántabro. Metido de lleno en negociaciones poselectorales, Gil, del Partido Popular, no puede sin embargo dejar de pensar en la mina.
Su abuelo trabajó en Reocín, la única mina que todavía funcionaba en Cantabria y que ha sido cerrada esta semana. Su padre, que entró al tajo con 13 años, montó el ascensor -la jaula- por la que se descendía a las profundidades de la tierra cántabra. Su hermano ha sido jefe de personal de la misma mina, en la que empezó a trabajar con 14 años. Y él, José Luis Gil, que nació a 100 metros de Reocín, ha participado, como consejero de Medio Ambiente, en las negociaciones que han llevado al cese de la actividad de la mina, firmada el lunes por la dirección y el comité de empresa de Azsa (Asturiana de Zinc).
Los 196 empleados de Reocín permanecían sin trabajar desde principios de abril. El cierre de la empresa se debe a que la extracción posible de mineral ha terminado, 'pero no deja de dar pena por la importancia cultural y económica que ha supuesto la mina para la región', señalaba ayer Gil. Desde su cargo político en Medio Ambiente no puede dejar de reconocer que 'las actividades de extracción mineras generan un impacto importante'. Pero tampoco deja de recordar que la llegada de ingenieros extranjeros a Reocín -de la que era propietario la sociedad belga Compagnie Royale Asturienne des Mines con la que se fusionó Asturiana de Zinc en 1983- 'generó una necesidad de ocio y cultura' superior al resto de las localidades similares a Torrelavega, donde se encuentra la mina. Gracias a la actividad minera en Reocín, jóvenes de la zona pudieron acceder a un título universitario durante la posguerra. El personal de la mina seleccionaba a chavales de entre 14 y 16 años para formarlos como aprendices, acudían a clases de bachiller nocturnas y se les abría la posibilidad de ingresar en una universidad.
Por estas razones, ésta es una semana rara para Gil. Y también porque Reocín celebraba sus 150 años de historia y porque con su cierre se pone fin a más de 2000 años de extracción de mineral en Cantabria, según calculaban ayer portavoces del Gobierno cántabro.
Pero muerta la mina cántabra, viva la fábrica asturiana. Los reyes de España inauguraron ayer las nuevas instalaciones de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieva (Asturias), que potenciarán la posición de mayor fabricante europeo de zinc de la empresa. A los trabajadores de Reocín menores de 52 años se les ha ofrecido recolocaciones en, entre otras zonas, San Juan de Nieva.