Lladró reducirá la plantilla tras las primeras pérdidas de su historia
Lladró ha comunicado a sus trabajadores la necesidad de un plan de ajuste que recorte los costes en un 20% para 2003, según informó la portavoz oficial de la compañía, aunque todavía no sabe en qué medida se recortará la plantilla. La empresa se plantea un expediente de regulación de empleo temporal, la reducción de los contratos temporales y la subcontratación de algunas actividades no relacionadas directamente con la fabricación. Según la compañía, 'se reducirán todas las estructuras que no sean directas', aunque se intentará que el recorte de empleo se aplique durante el menor tiempo posible.
El negocio de la porcelana del grupo registró una facturación de 160 millones de euros en 2002, un 0,5% más que en el año anterior, y registró pérdidas, aunque la empresa no las ha dado a conocer. Según la compañía, las causas de las pérdidas fueron la prolongada crisis del sector del regalo de lujo en todo el mundo, iniciada con los atentados del 11 de septiembre de 2001, a lo que en 2002 y principios de 2003 se ha unido la paulatina depreciación del dólar respecto al euro. El 70% de la facturación de Lladró se ingresa en dólares, ya que más del 40% de sus ventas se concentran en Estados Unidos y Canadá, a lo que hay que sumar los importantes mercados de Japón, Hong Kong, Singapur y Australia.
La compañía valenciana esperaba remontar la caída de 2002 este año, pero la guerra de Irak y la epidemia de neumonía en Asia -Lladró tiene tres tiendas propias en Hong Kong- han prolongado la crisis y han situado a la empresa en la necesidad de recortar costes y plantilla. El grupo tiene cuatro fábricas que ocupan 100.000 metros cuadrados en la localidad de Tavernes Blanques, junto a la capital valenciana.
La crisis de resultados se produjo en un año de grandes cambios para la compañía, que culminó la reducción de los puntos de venta de 9.700 a 3.961 establecimientos -se eliminaron los que no prestaban a los productos de Lladró la atención y el espacio que la empresa consideraba necesarios para un artículo de lujo- y el inicio de un plan de apertura de tiendas propias en las principales capitales del mundo. A finales de 2002 Lladró tenía 21 tiendas propias, 9 de ellas en Estados Unidos y 4 en España, y sus planes son alcanzar las 50 en 2007, con una inversión total de 40 millones de euros.
Los problemas económicos coinciden con la decisión de una de las accionistas de la empresa familiar de abandonar el capital, después de una larga disputa que se inició con su salida de la gestión en 1997 y culminó con un pleito que perdió con la propia empresa por la utilización del apellido Lladró para una marca de vinos.
Rosa María Lladró, hija del presidente del grupo y segundo de los tres hermanos fundadores, José Lladró, comunicó el pasado viernes su deseo de vender el 5% que posee al resto de los accionistas, para lo cual se encargará una auditoría independiente que establecerá el valor de esa participación.