Argentina prevé un crecimiento del 5% tras cuatro años de recesión
El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, pronosticó ayer un crecimiento del PIB del 5% para este año. Por su parte, el presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, anunció que la tasa de inflación aumenta al mismo ritmo, el 5% anual.
El anuncio de Lavagna viene a confirmar que la actividad económica del país suramericano está en vías de recuperación tras cuatro años de profunda recesión.
'Claramente pasamos lo peor de la crisis y estamos con una economía creciendo a un ritmo del 5%', dijo el ministro al poner en funciones a los nuevos integrantes de su equipo de colaboradores. El año pasado la actividad económica cayó el 10,9% y acumuló un descenso del 20% desde el inicio de la crisis en 1998.
Por su parte, el presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, sorprendió ayer al estimar en apenas un 5% el nivel de crecimiento de los precios en Argentina para todo 2003. Contra las previsiones privadas, que sitúan el incremento de la tasa de inflación entre el 10% y el 15%, Prat señaló que 'ahora queremos operar un esquema que nos permita instalarnos en un rango del cero al 15% (anual de inflación) para ir llevándolo al 5%' anual en una segunda etapa. Prat dejó muy claro que, según las estimaciones del Banco, la tasa de inflación 'hasta ahora' no supera ese 5%.
Mientras tanto, el Ministerio de Economía ya ha aprobado la creación de la Unidad de Reestructuración del Sistema Financiero (URSF), integrada por tres representantes de esa cartera y otros tantos del Banco Central, aunque la última palabra la dará su presidente, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, mano derecha del ministro Roberto Lavagna.
Este organismo será el encargado de elaborar el nuevo proyecto de ley de entidades financieras y, sobre todo, de dirimir las compensaciones que el Estado adeuda a los bancos, así como la forma en que los bancos pagarán al Central las ayudas recibidas durante la crisis.
Kirchner, a la ofensiva
Mientras el Central intenta ajustar la política monetaria a la evolución de los precios, el presidente Néstor Kirchner ha utilizado su primera semana en el Gobierno para sentar las bases de la reconstrucción del poder político e institucional como prioridad de cualquier relanzamiento económico.
Tras descabezar la cúpula de las Fuerzas Armadas y renovar los altos mandos, Kirchner se disponía ayer a anunciar una medida similar en la Policía Federal, el principal cuerpo policial del país. Buscando aventar cualquier tipo de disidencia o falta de colaboración de los organismos de seguridad, el nuevo presidente parece haber dado una muestra de fortaleza, al tiempo que se prepara para realizar, a través del Congreso, cambios fundamentales en la Corte Suprema de Justicia, un quebradero de cabeza para todos los Gobiernos posteriores al del ex presidente Carlos Menem.
El descrédito de la Corte generó durante todo el año pasado serios enfrentamientos entre el máximo órgano del Poder Judicial y el Ejecutivo del ex presidente Eduardo Duhalde. El nuevo mandatario pretende reordenar completamente la relación entre los tres poderes y recrear la confianza del país en las instituciones, única manera de dar verdadero poder a su Gobierno.
En el plano económico y social, la primera semana de Kirchner se ha caracterizado por su intervención personal para resolver un importante conflicto sindical de los maestros, que se ha coronado con éxito. Por su parte, Lavagna resolvió que las concesiones de peaje al sector privado no se renovarán sino que se convocará a nuevas licitaciones públicas. También ha descartado un inminente aumento de los precios de los servicios públicos privatizados y ha reafirmado la ya anunciada ofensiva en contra de la evasión fiscal, tradicionalmente elevada en Argentina.
Asimismo, el presidente ha anunciado un plan de obras públicas para crear empleo, pero sin dar precisiones sobre el origen y el monto de los fondos. Por otra parte, persiste el debate con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en relación a la renovación del acuerdo transitorio que vence el 31 de agosto.
Ayer, la petrolera Shell anunció que los precios de los combustible 'van a bajar'. Una declaración que indica la existencia de negociaciones entre el sector y el Gobierno, que se fortalecería con una bajada de precios.