Interviene el Gobierno británico
La polémica que han suscitado unos salarios que superan el límite de lo razonable ha provocado que el Gobierno británico comience a mover ficha. La secretaria de Comercio del Reino Unido, Patricia Hewitt, publicará esta semana una serie de recomendaciones de buen gobierno ideadas con el objetivo de limitar las cifras astronómicas que cobran los altos ejecutivos.
La medida es una respuesta ante el creciente activismo de los accionistas y a las protestas de los sindicatos para frenar estas prácticas. Las pagas de los altos ejecutivos de HSBC, GlaxoSmithKline o Teso han desatado las últimas campañas.
El texto se presentará el próximo miércoles y será un borrador que perfilará diferentes opciones para una futura ley, explicó un portavoz de Hewitt. Las recomendaciones servirán de base para iniciar una ronda de consultas entre empresas, grupos de presión y accionistas.
Hewitt, respaldada por el partido laborista de Tony Blair, ha declarado que pretende dar más poder a los accionistas para que puedan cuestionar las políticas de remuneración de las compañías.
'Los accionistas protestan por las retribuciones desorbitadas y los sobresueldos que reciben los ejecutivos pese a su mala gestión y los consejos de las empresas tienen que demostrar que son capaces de solucionarlo' explica Brendan Barber, secretario general del Trades Union Congress, un grupo que actúa en representación de los sindicatos del Reino Unido.