Air France pone punto y final a los viajes de sus Concorde
Ambiente distinguido, 3 horas y 45 minutos entre París o Londres y Nueva York y, como espectáculo, poder contemplar el perfil curvado del globo terráqueo mientras te desplazas a dos veces la velocidad del sonido por encima del Atlántico Norte. Desde hoy estos 'pequeños placeres' no volverán a ser posibles en Air France.
La aerolínea francesa operó ayer el que será penúltimo viaje comercial de sus Concorde. El regreso de Nueva York, previsto para hoy, pondrá fin a lo que desde hace 27 años se ha considerado como la gran revolución de la aviación civil.
Sin embargo, British Airways seguirá proporcionando la posibilidad de disfrutar de sentarse en el único avión supersónico comercial del mundo hasta el próximo 31 de octubre, fecha en la que está previsto que la compañía aérea inglesa jubile definitivamente sus siete aparatos.
El accidente del 25 de julio de 2000 en el que un Concorde de Air France se estrelló en la afueras de París, matando a sus 113 ocupantes, y la caída de la demanda, derivada de los atentados del 11 de septiembre, agravada ahora por la guerra de Irak, acabaron por convencer a los primeros ejecutivos de Air France y British Airways que el mantenimiento de los vuelos del Concorde era un pésimo negocio. El punto final supondrá para la aerolínea francesa un recorte de costes de 50 millones de euros y de 120 millones para la británica. Argumentos de absoluto peso para decidir que los Concorde pasen ahora a ser piezas de museo.
Los lugares elegidos para la jubilación son el Technik Museum Speyer de Sinsheim (Alemania), el National Air and Space Museum de Washington, el Museo del Aire y del Espacio de Le Bourget (afueras de París) y la sede de Airbus en Toulouse, en el sur de Francia. El quinto quedará expuesto en las pistas del aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle.
Opciones
Desde 1969, año en el que se produce el primer vuelo de prueba, se han construido 20 aparatos Concorde. Sólo los han utilizado Air France y British Airways, a pesar de que otras 16 aerolíneas presentaron en su día opciones de compra que nunca llegaron a ejercer.
Su aventura nació en 1962, año en que el general Charles de Gaulle, presidente de Francia, y Harold McMillan, primer ministro británico, dieron luz verde a su construcción. Sus pruebas de vuelo se llevaron a cabo en 1969 en Toulouse (Francia) y siete años después se efectuó el primer vuelo inaugural entre París y Río de Janeiro (Brasil).