Chávez baraja alternativas al referéndum revocatorio
El acuerdo entre el Gobierno y la oposición pretende allanar el camino hacia una salida electoral a la severa crisis política que sacude Venezuela desde finales del año pasado. El acuerdo incluye temas vinculados al 'referéndum revocatorio', la libertad de expresión, el desarme de grupos armados y la sustitución de la mesa de negociaciones por una comisión bilateral compuesta por miembros del Gobierno, de la oposición y de organizaciones internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) o el Centro Carter.
Todas las miradas están puestas en el referéndum revocatorio, por el cual los venezolanos podrían decidir la salida del Gobierno de Chávez. Para ello, es crucial que el oficialismo, que controla la Asamblea Nacional, se comprometa a no promover ninguna reforma a la Ley del Sufragio, que naturalmente se ha convertido en la principal bandera de la oposición para lograr una salida a la crisis. La Constitución permite la convocatoria a referéndum revocatorio después de agosto. Del mismo modo se prevé la convocatoria a otros referendos para gobernadores y alcaldes que ya completaron más de la mitad de sus mandatos. Esta agenda supone que para julio debían ya ser elegidas las nuevas autoridades electorales, punto en el que aún no hay acuerdo entre oposición y Gobierno.
La designación de los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la Asamblea Nacional será, por lo tanto, clave para avanzar rápidamente en la realización del referéndum.
Gobierno y oposición han firmado un acuerdo que pretende allanar el camino para poner fin a la severa crisis política que atraviesa el país
El control de la Asamblea Nacional por parte del partido de Chávez obliga a la oposición a negociar con el oficialismo de los miembros del CNE designados. Aún no se ha llegado a un acuerdo debido a que, si Chávez logra controlar el CNE, podría cambiar a su voluntad los términos del referéndum. Se baraja la posibilidad de que se convoquen elecciones anticipadas, en lugar del referéndum, aprovechando que Chávez se mantiene más popular que cualquier otro candidato de la fragmentada oposición.
La necesidad de lograr una solución a la crisis se ha puesto de manifiesto con los últimos indicadores económicos. En el primer trimestre, el PIB registró una caída del 29%, la mayor en la historia, y las proyecciones para el conjunto del año apuntan a una contracción de 13%.
La decisión del Banco de Brasil de no refinanciar completamente los vencimientos de sus papeles indexados al dólar generó una importante depreciación del real el lunes (3,8%). Esta decisión es una clara señal de que el Gobierno brasileño prefiere evitar mayores apreciaciones de la divisa para no perjudicar al sector exportador antes de favorecer una caída de la inflación mediante un tipo de cambio fuerte. Por su parte, el peso colombiano corrigió las depreciaciones de semanas anteriores.
Fuerte auge en las emisiones de deuda
Tras la caída de marzo, las emisiones de deuda de los países emergentes experimentaron en abril un fuerte crecimiento del 59%, si bien en términos mensuales se advierte una leve caída de casi el 4%. En los primeros cuatro meses del año, las emisiones de deuda alcanzaron los 27.200 millones de dólares, de los que casi el 60% corresponden a Latinoamérica (16.300 millones de dólares).En el caso de esta región, el crecimiento en abril ha sido, si cabe, más espectacular, con un crecimiento mensual del 81%. Esta explosión traduce la voluntad de los Gobiernos de aprovechar el estrechamiento de los diferenciales para refinanciar su deuda y abaratar su coste.Desde principios de año, los diferenciales de las economías latinoamericanas respecto a la deuda americana han protagonizado, en efecto, un marcado recorte desde niveles de 924 puntos básicos (pb), hasta los 716 pb a finales de mayo, llegando incluso a situarse por debajo de los 670 pb a mediados de mayo.Este movimiento, que ha tendido a acelerarse tras el final de la guerra de Irak, traduce los signos de recuperación que empiezan a exhibir las economías latinoamericanas y que permiten ser optimistas en cuanto a las posibilidades de su reactivación a partir del segundo semestre del año.El éxito de las nuevas emisiones en los mercados traduce, además, el evidente atractivo de los activos financieros latinoamericanos, en un contexto internacional marcado por la caída generalizada de los tipos de interés en las economías industrializadas.