Terra seguía sin encontrar un modelo de negocio a los cuatro años de su creación

Juan Villalonga, ex máximo directivo de Telefónica, vio un negocio en Internet del que su sucesor, César Alierta, ha desconfiado desde el principio. El resultado de la visión del primero fue el lanzamiento a la Bolsa de una nueva filial, en la que todo eran expectativas; el segundo ha decidido dar marcha atrás al proceso. Antes o después, Terra Lycos está llamada a desaparecer del mercado y a volver a ser, como en su nacimiento, una división complementaria a la telefonía fija dentro de un gran grupo.

La ausencia de resultado positivo de todas las estrategias que se han puesto en marcha para intentar dar un esquema de coherencia a Terra han acelerado su final. Ni el crecimiento frenético con adquisiciones ni el recorte hasta la extenuación de gastos e inversiones han tenido un reflejo claro en las cuentas de la empresa.

Cuatro años después de su creación, Terra Lycos no es rentable en ninguno de los niveles operativos y desde hace seis trimestres las caídas de ingresos se suceden unas a otras.

Telefónica justifica su decisión de poner fin a la trayectoria en solitario de Terra en la potencialidad que tiene el negocio de Internet dentro del grupo y en los cambios que se han dado en el sector desde que la compañía salió a Bolsa. 'El incumplimiento de las expectativas de la publicidad online y el comercio electrónico, las dificultades para materializar el pago por contenidos y las restricciones de acceso a fuentes de financiación en un entorno macroeconómico difícil' son las razones principales del cambio de mentalidad.

La operadora, sin embargo, asegura que ha hecho todo lo posible por su filial, pasando por las fusiones e inyecciones de capital hasta los acuerdos de suministro de ingresos. Nada ha funcionado. Y Telefónica lo reconoce en cinco enunciados lapidarios que comunicó ayer en su presentación a los analistas y que cuestionan tanto la falta de visibilidad del negocio de Terra, como su incapacidad para ganar accesos de ADSL en competencia con Telefónica de España o las pobres previsiones de resultados para el año.

La historia de Terra Lycos, sin embargo, no ha sido replicada por sus rivales. Mientras la compañía de Internet incumplía una tras otra sus previsiones de ingresos o entrada en rentabilidad operativa, sus competidoras, en el mismo entorno difícil, han llegado a los números negros.

El año 2002 fue el ejercicio que marcó el cambio. En ese momento, Yahoo volvió a los beneficios netos, tras el bache que supuso la crisis de la publicidad online. Más cerca de Terra, la francesa Wanadoo -filial de France Télécom- se colocó en cabeza de los líderes europeos de Internet con el anuncio de un superávit de 30 millones de euros. Más comedido fue el logro de T-Online. La filial de Deutsche Telekom entró en rentabilidad en 2002, aunque los números negros sólo llegaron al Ebitda.

El modelo de negocio de Terra no dio los mismos resultados. Agobiada por las pérdidas y con ingresos menguantes, la amenaza era convertirse en la nada.

Un futuro a la carta para los negocios de Internet de cada país

La oferta de compra sobre el 100% de Terra Lycos es el primer paso para la desaparición de la compañía como empresa cotizada. Antes o después, si la operación sale adelante, Telefónica terminará promoviendo una opa de exclusión.La salida de Bolsa no implicará la desaparición ni de la compañía ni de la marca. Telefónica tiene muy claros cuáles son sus proyectos para Terra y cuenta con ella, aunque a un nivel mucho menor que el actual, con otra estructura de costes e integrada como una dirección general más dentro del grupo.Terra Lycos desaparecerá como proveedor de acceso a Internet en España, donde será sustituida por Telefónica, pero mantendrá su cargo en Brasil y México. El portal y muchos de sus contenidos seguirán siendo responsabilidad suya, aunque siempre trabajando para el grupo y optimizando sus recursos.La opa desvela, por ahora, una de las grandes incertidumbres que pendía sobre Terra: el negocio en EE UU. Lycos sobrevivirá en solitario y será gestionado de forma independiente.