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Desinversión

Volvo pide a Bruselas más tiempo para vender su participación en Scania

El fabricante sueco de vehículos industriales Volvo ha pedido a la Comisión Europea que amplíe el plazo fijado para vender su participación en Scania en un intento de evitar que la operación suponga un grave minusvalía, según publica hoy el diario Financial Times. La compañía sueca está obligada a desinvertir en su competidora después de que en 2000 el Ejecutivo comunitario vetara su adquisición.

Un portavoz de Volvo ha asegurado al rotativo que la empresa trabaja actualmente en el proyecto para realizar esta desinversión que, según lo previsto, debe ejecutarse antes de abril de 2004. Además, calificó la información al respecto de "especulación". En este sentido, aseguró que Volvo dispone de tres opciones para vender su participación en Scania: cederla a un grupo industrial, transferirla a un inversor o diluirla entre sus propios accionistas.

Volvo, en cambio, mantiene que cumpliría con el mandato de Bruselas y asegura que no ha pedido ningún aplazamiento. A pesar de que el martes insistió en este extremo, fuentes próximas al caso aseguran que el grupo sueco había abierto conversaciones informales con la Comisión para negociar el retraso.

En este momento, la venta de Scania supondría un gran perjuicio económico para Volvo: el valor medio de las acciones son 28,84 euros, mientras que ayer cerró su cotización en 19,61. Si lograra retrasar la operación, le permitiría buscar un comprador que le permitiera evitar la minusvalía actual.

Posible demanda

Las autoridades comunitarias suelen acceder a este tipo de peticiones para no ser más estrictos de lo debido. De todas formas, las mismas fuentes han asegurado al rotativo que es muy pronto para que el Ejecutivo comunitario tome ninguna decisión.

Sin embargo, de acuerdo con el mismo periódico, el director ejecutivo de Scania, Leif Ostling, ha amenzado a la Comisión con una demanda por daños y perjuicios si accede a la prórroga de Volvo. La compañía quiere una venta rápida que termine por fin con la incertidumbre de los últimos tres años y que mejore su liquidez.

En estos momentos, Volvo baraja tres opciones: venderla a un grupo industrial, a un grupo financiero o repartir su participación entre sus propios accionistas. Entre los que han mostrado su interés figuran las alemanas Volkswagen y MAN.

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