Denia producirá compost con las algas que retira de su playa y restos vegetales
Las 50.000 toneladas de algas que el Ayuntamiento de Denia ha ido acumulando en la limpieza de sus 13 kilómetros de playas pasarán a partir de esta semana por la nueva planta de compostaje que ha instalado el ayuntamiento. æpermil;sta ocupa 16.300 metros cuadrados y tiene capacidad para tratar 165.000 metros cúbicos de residuos verdes y 8.000 toneladas de algas al año.
Según el concejal de Medio Ambiente de Denia, Marco Miquel Sirvent, 'cuando hay un temporal, las algas afectan mucho al turismo y hay que recogerlas, pero hasta ahora no había una solución ecológica para deshacerse de tanta cantidad'. Su destino habitual es el vertedero o la incineración, actividades prohibidas ya en muchas comunidades autónomas, al tratarse de un residuo contaminante, según la Unión Europea.
El Ayuntamiento de Denia pidió un estudio a la Universidad Politécnica de Valencia, que aportó la solución de mezclar las algas, una vez desecadas y liberadas de la sal marina, con otros residuos vegetales procedentes de las podas de mantenimiento en agricultura, limpieza de parques y jardines municipales y privados, muy abundantes en esta localidad costera.
El ayuntamiento desembolsó el importe total de la inversión, 1,8 millones de euros, si bien la Generalitat Valenciana aportó el 22% del importe y, puesto que el proyecto sirve de demostración al resto de localidades europeas del litoral mediterráneo que sufren el problema de las algas, el programa comunitario Life-Medio Ambiente decidió financiar el 33%.
La explotación de la planta en sus dos primeros años correrá a cargo de una empresa mixta, formada al 51% por el Ayuntamiento y al 49% por Peretó, Seguí o Trans 5, las tres empresas dianenses que optan al concurso. Cuando pasen estos dos años, el consistorio convocará un nuevo concurso por 25 años. Según Sirvent, 'algunas grandes empresas del sector ya se han interesado'.
La cantidad de algas y residuos vegetales que se recogen en Denia son, en principio, suficientes para garantizar el suministro a la planta, aunque el ayuntamiento tiene previsto recurrir a los residuos de localidades vecinas si hiciera falta materia prima. La solución no requiere una gran inversión y proporciona un compost totalmente vegetal, muy demandado en la zona y que suele importarse.