Formación virtual en la encrucijada
Anunciada como una revolución en plena fiebre de Internet, hoy es vista como una herramienta más en los programas formativos de las empresas
La formación en línea (e-learning) se vendía en pleno apogeo de las puntocom como una nueva revolución de la enseñanza y el aprendizaje, una herramienta que iba a permitir universalizar la educación a un coste asequible. Tras el pinchazo de la burbuja tecnológica, muchas de las desmesuradas expectativas chocaron con la realidad. Los proyectos a gran escala que eran comunes hace dos o tres años son ahora mucho más raros. En 2002, los grandes jugadores mundiales en el negocio anunciaron un declive o estancamiento de sus ventas y el valor de las acciones de firmas como Saba o Click 2, que desarrollan plataformas de enseñanza por Internet, están en estos momentos en sus niveles más bajos. El sector está inmerso en una rápida consolidación con adquisiciones y fusiones como la que se produjo el año pasado entre SkillSoft y SmartForce, dos de los mayores proveedores mundiales de contenidos.
Según Moisés Menéndez, socio de la consultora DMR, al clima de recesión global se añade la crisis particular que vive el sector, aquejado por problemas de incompatibilidad entre las distintas plataformas tecnológicas y con contenidos poco especializados y que frecuentemente carecen de la calidad necesaria. 'El e-learning ha puesto además de manifiesto la miseria de los departamentos de formación en las empresas españolas, dotados de escasos recursos, que no tienen definidas las áreas formativas necesarias', subraya.
EE UU va, como siempre, por delante en el negocio. En 2001, el número de horas de formación virtual creció un 10,5% y el año pasado aumentó un 15%, que en España sólo lo hizo en un 5%, dice Menéndez. Las ventas mundiales de software de e-learning ascendieron a 6.637 millones de dólares en 2002 y se espera que en el presente ejercicio se superen los 9.000 millones.
En España las horas de formación en línea crecieron sólo un 5% el pasado año, frente al 15% en EE UU
Según Joe Dougherty, director del la firma de contenidos NETg, el sector tiene potencial de crecimiento, pero las perspectivas se han enfriado bastante. La euforia de las puntocom está ya muy lejana, y las compañías ven ahora el e-learning como un elemento más en sus tareas de formación, que debe completarse con la enseñanza presencial y estar integrada con los objetivos de recursos humanos de las empresas.
Las principales firmas en este ámbito están ahora trabajando para lograr una mayor interoperabilidad de las plataformas, que permita, entre otras cosas, reutilizar contenidos, ensamblarlos y reempaquetarlos para crear nuevos cursos. La británica Intrallect ha desarrollado un sistema orientado a objetos en el cual la información más usada, por ejemplo, una colección de páginas web, es representada como un objeto que lleva integrado datos explicando como puede ser utilizado, la audiencia a la que va dirigido, etc.
Charles Duncan, consejero delegado de Intrallect, explica que es importante que las empresas del sector adopten estándares que hagan posible la reutilización de contenidos, lo que permitirá abaratar los sistemas y hacerlos más flexibles.
Además de la estandarización, la nueva generación de sistemas de formación en línea pone un gran énfasis en la calidad de los contenidos y un diseño pedagógico. Estos aspectos fueron descuidados en la era puntocom, cuando cientos de star ups se subieron al carro de la educación en línea y las empresas dilapidaron grandes sumas en ambiciosas iniciativas de e-learning, muchas de las cuales resultaron fallidas.
Los responsables de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC) señalan que la formación en línea se está reinventando ahora mismo. 'Ha habido muchos fracasos porque no es posible replicar el formato de la enseñanza tradicional. Sería absurdo tratar de pasar a un formato virtual un curso de 60 horas', señala Ramón Puente, director de GEC, una compañía de formación en línea propiedad de la UOC que cuenta entre su clientela con firmas e instituciones como AENA, Lilly, La Caixa y La Generalitat de Cataluña, y que está realizando una amplia expansión en Latinoamérica.
Pese a sus carencias, la enseñanza virtual se está mostrando muy exitosa en determinados segmentos. La consultora AT Kearney la utiliza para dar formación a sus consultores, que están repartidos por 30 países. El proyecto ha producido ahorros de más de 20 millones de dólares. En España, la central de reservas Savia Amadeus ha lanzado un ambicioso proyecto de enseñanza virtual dirigido a 7.000 agencias de viaje con 26.000 personas que usan sus servicios a diario.
El ahorro en desplazamientos, alojamiento y profesores es uno de los argumentos más utilizados por los partidarios del e-learning, que reconocen que esta herramienta se deberá combinar con métodos tradicionales de educación presencial. Hay quien sigue pensando que leer la pantalla del ordenador es un pobre sustituto de la interacción humana que se produce en una clase.