'Matrix Reloaded' ya está disponible en la Red
Matrix Reloaded se estrenó el jueves 15 de mayo en los cines de Estados Unidos y unas horas más tarde ya se podía descargar de Internet. La saga futurista tuvo más suerte que Harry Potter, cuyas primeras copias ilegales llegaron antes a los usuarios de eMule.com que a las salas de cine. Los otros y La gran aventura de Mortadelo y Filemón son los títulos españoles que más se han pirateado a través de Internet, aunque el cine español todavía no sufre todavía el acoso de las copias ilegales con la misma intensidad que sus colegas norteamericanos.
'El mayor problema de la música en línea es que los internautas se han encontrado con que no existía una oferta legal', comenta Neri de la SDAE. 'Pero con el cine sí la va haber', asegura. Las principales productoras de cine español están preparando un servicio de venta de películas en línea antes de que se le adelanten los piratas. Todavía se mantiene muy en secreto y la SDAE no quiere revelar ningún detalle sobre el proyecto.
La ventaja de la industria del cine es que tiene un ejemplo en el sector discográfico, que lleva años estudiando modelos válidos de negocio, pero parece que no están aprendiendo mucho de los errores de sus colegas.
Los principales estudios cinematográficos han emprendido sus particulares batallas legales. La última de ellas ha sido una querella contra los empresas que desarrollan software para la copia de DVD. Paramount, 20th Century Fox, Sony, Warner, Disney y MGM, un total de 321 estudios, han llevado a los tribunales a pequeñas empresas de nombre desconocido, tales como Desteny o HowtocopyDvDs.com. 'No vamos contra los usuarios, sino que luchamos contra la violación de nuestros derechos de propiedad intelectual', asegura el abogado que representa al cine.
Los estudios se están olvidando del antecedente de Diamond, que fue denunciada por las discográficas cuando lanzó Rio, el primer reproductor portátil para canciones MP3. La sentencia fue favorable para Diamond y hoy cualquier fabricante de alta fidelidad permite reproducir este formato en sus equipos.
Además de los tribunales, Hollywood también ha optado por crear servicios de descargas de pago de películas. Actualmente son dos las iniciativas más importantes de EE UU. Movielink.com, lanzado por Sony Pictures, al que se unieron posteriormente Warner, Paramount, MGM y Universal; y por otro lado se encuentra Cinemanow.com, el servicio financiado por Microsoft, Blockbuster y Lions Gates Entertainment.
Las tarifas se sitúan entre los cuatro y los cinco euros, un precio similar a los de los videoclubs. Como es natural, los archivos son pesados y ocupan entre 500 y 800 megabytes de disco duro. Y se tarda entre 20 y 90 minutos en descargar una película dependiendo de la velocidad de la conexión del usuario.
Pero la verdadera limitación de estos servicios, como comenta The New York Times, es que los archivos sólo pueden ser reproducidos en el PC. Esto resta un importante atractivo, pues a nadie le gusta ver las películas en un monitor. Todos los servicios ilegales permiten grabar la película en un CD-Vídeo o DVD para poderlas disfrutar en la televisión. Además, los títulos que se ofrecen en Internet son viejos.
El cine tendrá que buscar su propio modelo de comercialización vía Internet, pero será un proceso complicado, pues la web trastoca todos sus principios de explotación de derechos.