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Subida

Los ingresos tributarios aumentaron un 7% en el primer cuatrimestre

La reforma del impuesto sobre la renta, aprobada en 2002 y que entró en vigor en enero de este año, comienza a dejarse sentir sobre la recaudación del impuesto. Los ingresos por IRPF crecieron un 10,7% en el primer cuatrimestre del año, a una tasa muy considerable, que eleva la recaudación parcial hasta 20.167 millones de euros. Sin embargo, este dato no es orientativo para evaluar el impacto de la reforma, ya que están incluidos los ingresos obtenidos en enero y febrero, cuando aún no se habían hecho efectivas las menores retenciones que las empresas practicaron a los trabajadores.

El dato relevante lo supone el del mes de abril, periodo en el que los ingresos por el impuesto crecieron sólo un 0,9% sobre el mismo mes de 2002, en la parte que corresponde al Estado; y un 2,1%, en términos globales (incluido el Estado y la parte que va a parar a las comunidades autónomas). Esta es precisamente la velocidad de crucero que el Gobierno prevé tenga la recaudación del impuesto en lo que queda de año. Un ritmo de avance modesto (en 2002 fue del 7,1%), pero considerable si se tiene en cuenta que la reforma del IRPF tiene previsto drenar 2.889 millones de euros de las arcas públicas para repartirlas entre los contribuyentes en forma de mayor renta disponible.

En la anterior reforma del impuesto, la aprobada en 1999, también se dio la circunstancia de que se recortó el tipo de gravamen y la recaudación no cayó. Eran otros tiempos, en los que la economía crecía a ritmos del 4%. Ahora, con un crecimiento del PIB del entorno del 2% (la mitad), el Ejecutivo piensa que pasará lo mismo. Ayer, el secretario de Estado de Presupuestos y Gasto, Ricardo Martínez Rico, indicó, de hecho, que el aumento del IRPF del 2,1% 'está en línea con las previsiones del Gobierno sobre ingresos'.

Se amplían las bases

El Ministerio de Hacienda cuenta con que se dé, incluso, un ligero aumento de la base imponible del impuesto, fruto del mayor número de personas empleadas (16 millones de afiliados a la Seguridad Social). Así, dentro del tributo, espera una subida del 6,9% en la recaudación por rendimientos del trabajo, medio punto superior a la de 2002.

En esta evolución juega a favor también la no deflactación (no descontar la subida del IPC) de la tarifa del impuesto, por la que Hacienda se beneficia de una subida de los salarios en términos nominales que aplica al impuesto, pero que no se refleja en el poder adquisitivo del contribuyente. La no deflactación de la tarifa en el nuevo impuesto ha sido una de las mayores críticas recibidas por el departamento que dirige el ministro Cristóbal Montoro cuando estaba diseñando la reforma, ya que en opinión de gran parte de expertos, ello supone una subida parcial encubierta del tributo, que aminora la rebaja general que se pretende en el mismo.

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda estima también que en 2003 se dé una ligera recuperación en los ingresos por rentas del capital, incluidos en el IRPF, tras la negativa evolución de las mismas en 2002. Para estimular el ahorro, la reforma de 2002 elevó del 30% al 40% la reducción para los rendimientos a más de 2 años, y redujo del 18% al 15% la tributación de las ganancias patrimoniales generadas a más de un año.

La inyección de renta disponible del nuevo IRPF generará efectos dinamizadores en los beneficios y en el gasto, con el incremento correspondiente de los ingresos en los impuestos que gravan estos conceptos. El Ejecutivo prevé que con ello el PIB crezca medio punto adicional y el coste recaudatorio de la reforma en 2003 se reduzca de 2.889 millones a 2.451 millones de euros, en términos netos, algo que está por ver de momento.

También habrá que esperar, al menos hasta final de año, para analizar los efectos distributivos de la reforma. La rebaja media del impuesto es del 11% sobre la cuota a pagar por el contribuyente, pero organismos internacionales de reconocido prestigio como la Comisión Europea ya han advertido que se concentrará en las rentas más altas y las más bajas, dejando reducciones mínimas para los contribuyentes con rentas medias. Desde Bruselas se duda, incluso, de que el efecto dinamizador sobre la economía sea del alcance previsto por el Gobierno (0,5 puntos de PIB).

Impuesto de sociedades

Mientras tanto, la evolución del impuesto sobre sociedades se mantiene con buen tono. Aunque en el primer cuatrimestre del año, los ingresos por este tributo han caído hasta 3.594 millones de euros, un 3,5% menos que de enero a abril de 2002, esta cifra está muy condicionada por el mayor volumen de devoluciones efectuadas (1.753 millones de euros, frente a 1.043 millones de 2002).

En términos homogéneos, los ingresos por sociedades registran un aumento acumulado en el año del 12,2%. Parte del mismo se debe al nuevo régimen de tributación de plusvalías reinvertidas, al que se han acogido en masa muchas empresas y por el que se benefician de un gravamen de sólo el 15% si deciden reinvertir los beneficios.

La fortaleza del consumo eleva el 10% los ingresos por IVA

Uno de los aspectos que más sobresalen de la ejecución presupuestaria del Estado en los primeros meses del año es el buen comportamiento de los impuestos indirectos, ligados al consumo. Su recaudación ha crecido un 6,2% hasta abril, hasta 25.746 millones de euros, superando los 24.288 millones recaudados por los tributos directos. Destaca, sobre todo, la buena marcha del IVA, con un importante avance del 10,4% (19.775 millones de euros), muy por encima del PIB nominal previsto (en torno al 5%) y del crecimiento de la economía (un 2%, en el primer trimestre del año, según estima el Banco de España).La fortaleza del IVA se encuentra tanto en las operaciones interiores (crece un 10,8%) como las importaciones (crece un 8,5%). De los tributos indirectos, sólo los especiales han registrado un frenazo importante (una caída del 6,9%, que es del 0,5% si se descuenta el impuesto de matriculación, cedido a las comunidades autónomas).El buen dato del IVA ha contribuido a que el conjunto de los ingresos tributarios haya tenido un crecimiento del 7% en el cuatrimestre, cinco puntos por encima del PIB. Los ingresos no financieros del Estado ascendieron a 43.677 millones de euros, mientras que los gastos alcanzaron 32.644 millones.Ello supone un superávit de 11.033 millones de euros, equivalente al 1,5% del PIB, en términos de contabilidad nacional (criterio utilizado por Eurostat para comparaciones homogéneas). El Gobierno cree que este superávit parcial permitirá alcanzar a final de año el equilibrio presupuestario para el conjunto de las administraciones públicas.Habrá que esperar. El superávit del Estado es muy similar al que había en abril de 2002. Y falta por cargar en el presupuesto la mayor parte de los gastos derivados del hundimiento del petrolero Prestige, sin que se conozca aún si la economía se reactivará o no en los próximos meses.

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