El Gobierno japonés cambiará las leyes de rescate bancario
El banco central de Japón anunció ayer una nueva inyección de capital de 8.470 millones de dólares para evitar el colapso del sistema financiero, después de haber salido al rescate del grupo Resona, el quinto banco del país. Además, el regulador financiero japonés decidirá el próximo mes si recomienda cambiar la legislación del sector bancario para hacer más fácil la inyección de capital en las entidades financieras, sin necesidad de esperar a que los niveles de capital caigan por debajo del mínimo exigido.
El Banco de Japón anunció ayer el segundo aumento en dos días en la liquidez a disposición de la banca comercial para hacer frente a la incertidumbre desatada por el rescate gubernamental del grupo bancario Resona, el quinto grupo por depósitos. Además, prepara una reforma que permitirá al Gobierno inyectar fondos sin necesidad de esperar a que los niveles de capital caigan por debajo del mínimo exigido. El intento de modificar las leyes se produce ante el nerviosismo que ha generado la inyección de capital en Resona.
Resona ha sido el primero (y de momento el único) de los grandes bancos en quedar por debajo del nivel mínimo de recursos propios que garantizan la solvencia de la entidad ante la no devolución de créditos.
El banco ha elevado en 3 billones de yenes (unos 25.400 millones de dólares), hasta unos 254.000 millones de dólares, el tope máximo de los depósitos que las entidades mantienen con el emisor.
El aumento de capital a disposición de la banca intenta estabilizar los mercados de valores y de divisas, además de alejar la preocupación por la situación de las economías de EE UU y Europa y la propagación en Asia del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), según el banco central.
Ayer, el Banco de Japón anunció una inyección extraordinaria de liquidez de 8.470 millones de dólares para mantener la estabilidad financiera. Tras la inyección de fondos públicos al Resona, el Gobierno aseguró que todos los depósitos de sus clientes estaban garantizados. La inyección estatal a la banca será la primera desde marzo de 1999 y finales de 1998, cuando destinó 78.400 millones de dólares a los principales bancos comerciales japoneses para sacarlos de apuros y salvar el sistema.