Deutsche Telekom promete volver a la rentabilidad en 2003
La primera junta de accionistas de Kai-Uwe Ricke como presidente de Deutsche Telekom marcó toda una diferencia con las últimas asambleas que le tocó vivir a su predecesor, Ron Sommer. En lugar de pitidos, se escucharon aplausos y las, a veces, tensas contestaciones de Sommer se tornaron en promesas de convertir el año 2003 en el ejercicio del cambio en la operadora pública alemana.
Respaldado por los buenos resultados trimestrales anunciados la semana pasada, Ricke se presentó ante cerca de 7.000 accionistas con la promesa de volver a la rentabilidad este año, en lo que supondría el primer beneficio anual desde 2000. El presidente se cuidó mucho de elevar las expectativas a cotas imbatibles. 'La cifra no será el resultado de multiplicar por cuatro los números negros del primer trimestre', pero sí será positivo. 'Haremos todo lo posible por ser rentables a pesar del difícil entorno económico'.
También hubo promesas relacionadas con la deuda. Cuando Ricke tomó posesión, el pasado noviembre, estaba en 64.000 millones de euros. El compromiso es dejarla en 52.000 millones cuando finalice el año.
Los accionistas aplaudieron el talante del nuevo presidente, todo ello pese a que entre las medidas aprobadas en la junta se incluyó la cancelación del dividendo correspondiente a 2002. En este caso, no hubo promesas; no se sabe cuándo volverán a cobrar los accionistas.
Más allá de las cifras económicas, los socios de la operadora han apreciado el cambio en la sensibilidad de la compañía. Deutsche Telekom ha sido el epicentro de varios litigios legales y polémicas, pero la llegada de Ricke ha, por ahora, puesto fin a este esquema. El nuevo lema del equipo directivo es 'credibilidad, integridad y modestia', como aseguró el presidente en la junta, y ésta es la cultura de gestión que quiere implantar Ricke.
Una de las medidas que ha tomado en este sentido ha sido la publicación de su salario. Ricke cobra 1,25 millones de euros al año, más un bonus que puede ser equivalente a esta cifra.
El futuro de T-Mobile
El presidente de Deutsche Telekom, sin embargo, no dio muchas pistas sobre la evolución futura de la compañía ni sobre posibles desinversiones. La esperada salida a Bolsa de T-Mobile no está descartada 'pero tampoco está en la agenda'.
La cotización de la filial de móvil no forma parte del plan de reducción de deuda, que se conseguirá por otras vías.