El valor de recuperar el pasado
Pedro Ortega dirige Rehabitalia, una empresa que se dedica a la reforma y restauración de edificios antiguos para convertirlos, con una decoración exquisita y especial, en hoteles o viviendas. Lleva 15 años recuperando el pasado para desarrollar negocios del futuro
Recuperar el pasado y restaurarlo con respeto y buenas ideas. Es la actividad empresarial de Pedro Ortega. Tiene 45 años y hace 15 decidió que quería dedicarse a restaurar y decorar viejos edificios para convertirlos en hoteles singulares con el encanto de siglos pasados. Este técnico agrícola, que se dedicó a la investigación y a la docencia, supo pronto que restaurar edificios y decorarlos era lo que más le gustaba. Todo empezó mientras hacía labores de investigación en el sector agrícola en Vizcaya. 'Viendo casas antiguas y caseríos se me empezó a despertar el gusanillo de la restauración y de la decoración', cuenta Pedro Ortega. Tras aprobar una oposición, pasa de la investigación a trabajar como jefe de un centro ocupacional agrícola en Vitoria. Comienza esta nueva etapa haciéndose cargo de un grupo de deficientes y convierte una chatarrería de 6.000 metros cuadrados en unos invernaderos para enseñar a sus alumnos a cultivar. Mientras está inmerso en este proyecto, compra una pequeña buhardilla de 30 metros cuadrados en el casco antiguo de Vitoria. La rehabilita con sus propias manos y le ayudan en esta primera aventura familiares y algunos de sus alumnos. La buhardilla, afirma Pedro Ortega, 'quedó muy bien', pero esta primera obra en seguida se le queda pequeña. Decide entonces comprar una casa más grande, también antigua. La adquiere en la misma calle de Vitoria en la que estaba la buhardilla. El nuevo trabajo de rehabilitación era de mayor envergadura y también un reto que resultó ser el trampolín definitivo.
Cuenta con entusiasmo que la tiró entera, la rehabilitó y decoró. 'Hicimos una casa muy especial y original y es entonces cuando me doy cuenta de que es algo que me gusta, que sé hacerlo y que, además, hay demanda de este tipo de casas especiales', explica Pedro Ortega. Las inmobiliarias de Vitoria le empiezan a conocer y le salen oportunidades para hacer algunos trabajos de rehabilitación y decoración. Por esta época el negocio está en los inicios. Pedro Ortega se decide a comprar pisos y a rehabilitarlos para después venderlos. Restaura una casa palacio en Foronda (Vitoria), una gran superficie en una de las más importantes calles de Vitoria, alguna casa de campo antigua, etc. Pero no se le va de la cabeza la idea de hacer algo más importante y busca durante un tiempo un edificio por Cantabria, País Vasco, Navarra y otras lugares próximos. Lo encuentra en un pueblo de La Rioja que se llama Briñas. Se trata de un soberbio palacete del siglo XVIII, que necesitaba una reforma en profundidad. El edificio fue utilizado durante la guerra civil española como cuartel general de las tropas italianas.
Pedro Ortega, junto a Ángela Gómez, consiguieron rescatar los valores de este edificio y convertirlo en la Hospedería Señorío de Briñas, que actualmente dirige Ángela Gómez. Los espacios y habitaciones de este hotel son cálidas y están decoradas con muebles antiguos. Fueron rehabilitadas con materiales nobles (piedra y madera). Lograron restaurar el palacete en sólo un año. Pedro Ortega pidió una excedencia en su trabajo para poner el hotel en marcha y resultó un éxito. Tal es así, que este empresario inicia un proyecto aún más ambicioso. En el año 2000 comenzó a restaurar el Monasterio Dominico de Nuestra Señora de la Piedad, fundado en 1509. Está situado en la localidad riojana de Casalarreina. Se trata de un edificio estilo Reyes Católicos y plateresco, construido en piedra de sillería, con importantes ornamentos y techumbre de madera. La restauración de este edificio duró tres años porque estaba en ruinas y porque no faltaron los problemas burocráticos. Tiene 15 magníficas habitaciones con paredes de piedra, decoradas con soberbias antigüedades y singulares lavabos. Pedro Ortega se siente orgulloso de este trabajo. Pero insiste en que el proyecto ha sido posible porque se ha rodeado de un equipo que ha sabido entender su idea. Sus colaboradores han sido Construcciones Ezquerra-Gallardo, su hermana Encarni Ortega y su cuñado Klaus Jansen, que han participado en la decoración, el pintor polaco Jull Dziamsky y Fernando López Heredia, especialista en forja. 'Yo hago estas cosas porque me gusta y disfruto y, segundo, porque el trato con los clientes me encanta, sobre todo, en estos ambientes tan agradables, sin olvidar que estamos creando empleo en zonas desfavorecidas'. Añade este atrevido empresario que aporta su 'grano de arena al desarrollo turístico de la zona'. La restauración de la Hospedería Señorío de Casalarreina lo compatibilizó con la dirección de otras obras, también muy extraordinarias, como la Bodega Castillo de Oia en Villaseca (La Rioja) o dos edificios de los siglos XVII y XVIII en Anguciana (La Rioja).
'La importancia de este negocio reside en evitar que edificios de siglos pasados se derrumben ante nuestros ojos impasibles'
Evolucionar y cambiar
El hotel de Casalarreina comenzó a funcionar hace poco más de un año y también ha sido un éxito. Pedro Ortega, después de la puesta en marcha de los dos hoteles, tiene claro que Rehabitalia tiene mucho futuro por delante. Su objeto social es fundamentalmente la compra de edificios antiguos para hacer apartamentos con encanto y venderlos, aunque también se dedica a labores de asesoramiento sobre restauración y rehabilitación de edificios, así como a la dirección de obras de casas rurales y hoteles. 'Aunque tengo una profesión', dice Pedro Ortega, 'siempre me ha gustado no quedarme atascado, me gusta evolucionar, cambiar. Empecé en investigación, luego me pasé a la docencia y posteriormente a la rehabilitación, restauración, decoración y hostelería'.
Pedro Ortega vuelve a estar entusiasmado con un nuevo proyecto. Ha comprado un viejo edificio en la localidad riojana de Haro, la capital del vino, para hacer apartamentos muy especiales y con encanto. El edificio tiene cuatro plantas y una buhardilla. Hará 10 apartamentos y está seguro de que se los quitarán de las manos. 'Son negocios que aparentemente puede parecer que no son muy rentables, pero son muy importantes por el valor patrimonial que adquieres cuando compras un edificio y lo rehabilitas', subraya este empresario. El valor de esta empresa también está, sin duda, en evitar que edificios que en siglos pasados conocieron tiempos mejores no se derrumben ante nuestros impasibles ojos.
puente de mando
Los orígenes de Rehabitalia se sitúan en Vitoria. El primer trabajo fue la restauración y decoración de una pequeña buhardilla en el casco antiguo de la capital alavesa. Después siguieron otras obras más importantes que van desde la rehabilitación de una bodega hasta la reconversión de dos edificios de los siglos XVI y XVIII en selectos y extraordinarios hoteles con un estilo muy especial. Los dos hoteles están ubicados en los pueblos riojanos de Briñas y Casalarreina.Servicios Las dos hospederías, Señorío de Briñas y Señorío de Casalarreina, ofrecen alojamiento en acogedoras y agradables habitaciones, decoradas con antigüedades que recuerdan ambientes de siglos pasados, pero con las comodidades del siglo XXI. En ambos hoteles se puede disfrutar de exquisitos desayunos en comedores elegantes y tranquilos.Actividades Pedro Ortega también se preocupa de proporcionar a sus clientes atractivas actividades para hacer más agradable su estancia. En su página web (www.hotelesconencanto.org) se puede hacer la reserva de alojamiento y también se consigue información sobre distintas rutas para divertirse, como por ejemplo visitas organizadas a bodegas, catas de vinos, excursiones en globo aerostático por la Rioja Alta o visitas a los yacimientos de huellas de dinosaurios.Clientes En las hospederías de Briñas y Casalarreina se alojan familias, grupos de amigos para pasar sus vacaciones o fines de semana y también se organizan seminarios, congresos o incentivos de empresas.