Las Bolsas pagan el desajuste en el mercado de divisas
Demasiados frentes abiertos, y todos con difícil solución. La economía, en decadencia; el dólar, a niveles frente al euro no vistos desde enero de 1999; la tensión geopolítica, in crescendo tras los atentados de Arabia Saudí, Marruecos e Israel; las perspectivas de beneficios, estancadas.
Con el panorama arriba descrito, las Bolsas no podían hacer otra cosa que caer, y caer con fuerza. El Dow Jones y el Nasdaq retrocedieron ayer un 2,14% y un 2,97%, respectivamente. Aunque el peor trago fue para los inversores europeos, que vieron cómo el Euro Stoxx 50 perdía un 4,3%.
La mayoría de analistas apuntaba a la debilidad del dólar como causante de la oleada vendedora (la divisa estadounidense tocó ayer su nivel más bajo frente al euro desde enero de 1999), aunque otros resaltaban que tras el ímpetu vendedor se escondía también las ganas de pasar por caja de los inversores.
Las farmacéuticas, un sector tradicionalmente de refugio cuando vienen mal dadas en Bolsa, sufrieron ayer un duro castigo después de que un tribunal estadounidense diera el visto bueno a una propuesta del Estado Federal de Maine para reducir el precio de los medicamentos con receta médica. Las caídas afectaron a todos los grandes de la industria, en especial a Merck (-5,25%), Bristol Myers (-5,96%) y Pfizer (-5,18%).
Otro de los lastres de la Bolsa neoyorquina fue Home Depot (-4,35%), que se vio arrastrado por las decepcionantes previsiones de Lowe's (-9,35%), su máximo competidor en el negocio de artículos para el hogar.
La nota brillante ayer la puso la biotecnológica Genetech, que ganó el 45,41% tras anunciar que uno de sus compuestos es también efectivo contra el cáncer de colon.
Los fuertes descensos de ayer suponen, según algunos analistas, el fin del rebote bursátil que comenzó a mediados de marzo. Las caídas registradas en algunas plazas, como el 4,63% de Fráncfort y el 4,26% de París, ponen de manifiesto que la desconfianza se ha instalado de nuevo en los mercados alentada por la debilidad de las economías y los desajustes en los mercados de divisas.
Los primeros en pagar los platos rotos han sido el sector asegurador, que ayer cedió un 5,62%, y todo aquello que huela a empresa exportadora. Los estrategas de UBS alertaban ayer en un informe que las esperanzas de recuperación de los beneficios en las empresas europeas ante la fortaleza del euro son cada vez más débiles, y retrasaba el repunte del sector empresarial del Viejo Continente hasta bien entrado 2004.
Las aseguradoras Allianz (-8,09%), Munich Re (-7,96%), Aegon (-7,79%), así como el grupo financiero holandés ING (-7,57%) encabezaron las pérdidas en el Euro Stoxx 50. Pero la oleada de descensos también afectó a las tecnológicas con mayor perfil exportador, como el fabricante de equipos para la industria de semiconductores ASML, que cayó el 7,86%. Por si fuera poco, los malos resultados presentados por Crédit Agricole (-6,03%) tumbaron al sector bancario (-3,37%).
Los atentados perpetrados en Casablanca durante el fin de semana no pasaron inadvertidos para los bolsistas. El mayorista de viajes TUI retrocedió un 5,79%, mientras que British Airways cayó un 4,01% lastrada tanto por sus malos resultados como por el temor a ataques terroristas.
Los analistas ven cada vez más improbable que el Banco de Brasil anuncie el viernes un recorte del precio del dinero, actualmente en el 26,5%. Estas dudas, junto con la debacle bursátil en Europa y EE UU llevaron al Bovespa a ceder el 3,62%.
El Gobierno nipón anunció ayer que se veía obligado a inyectar fondos públicos en el Resona Bank (-17,24%), al presentar esta entidad unos niveles de solvencia ínfimos. La decisión fue interpretada como una nacionalización en toda regla para evitar el colapso. El temor a que otros bancos estén pasando los mismos apuros propició una caída del 0,96% en el Nikkei.