British Airways entra en beneficios pese a cerrar un mal cuarto trimestre
La aerolínea británica British Airways entró en beneficios en su último ejercicio, cerrado el 31 de marzo, pese a contabilizar un desastroso cuarto trimestre fiscal (primero del año natural). La empresa obtuvo un resultado neto de 118,7 millones de euros en su ejercicio fiscal 2002/2003, frente a unas pérdidas de 180 millones de euros en el ejercicio anterior, informó ayer la compañía.
Los ingresos de la aerolínea cayeron un 7,8%, hasta 10.738 millones de euros, y su resultado operativo arrojó un beneficio de 466,5 millones, frente a pérdidas de 123 millones registradas en el ejercicio 2001/2002.
La compañía puso en marcha, en este periodo, una política de reducción de costes que supuso la reducción en un 9,5% de los costes salariales, hasta los 2.945 millones de euros, y en un 18% los gastos de combustible, hasta los 1.177 millones.
En cuanto a las operaciones de la empresa, British Airways transportó un total de 38.000 pasajeros, un 5% menos, con un factor de ocupación cercano al 72%, es decir, 1,5 puntos por encima del registrado en el año anterior.
Por lo que se refiere al último trimestre del ejercicio fiscal y primero del año 2003, hasta el mes de marzo, British Airways triplicó su pérdida neta hasta los 181,8 millones de euros, frente a los 54,5 perdidos en el mismo periodo del ejercicio 2001.
En cuanto a los ingresos de la aerolínea en los tres últimos meses de su ejercicio, cayeron un 14,2%, hasta los 2.343 millones de euros, mientras que el resultado operativo arrojó pérdidas de 183 millones, superando en cuatro veces las registradas entre enero y marzo de 2001.
Los malos resultados de la aerolínea en el último trimestre de su ejercicio fiscal se debieron principalmente al 'fuerte efecto negativo' de la guerra en Irak y su impacto en la demanda de pasajeros, así como la recesión económica internacional que afectó a todas las compañías aéreas, explicó el presidente de British Airways, Rod Eddington.